La 'locura ciega' de Hitler: Historiadores indagan en su misteriosa enfermedad ocular
Según queda patente en la documentación histórica, el 15 de octubre de 1918 Adolf Hitler fue cegado por un gas venenoso durante la campaña militar en Wervicq-Sud, Francia, durante un combate contra una división británica. Seis personas quedaron incapacitadas durante el ataque, Hitler incluido. Cuando se recuperaba de los efectos del gas, una mezcla de fosgeno y cloro gaseoso, Hitler, que entonces tenía 29 años, recordó que sus ojos "se habían convertido en carbones ardientes". Este hecho presuntamente explica la aversión de Hitler a la utilización de gas venenoso durante la Segunda Guerra Mundial.
Según sus informes médicos, pese a lavarse los ojos, Hitler decía permanecer totalmente ciego. Sin embargo, en el libro "La nieve y el hierro: Batalla de las Ardenas, 1944-1945", citado por el portal Salon, se sostiene que la ceguera de Hitler no derivaba de las secuelas del ataque de gas, sino de la histeria. El estrés agudo mental se manifiesta en una serie de síntomas, que van desde la pérdida de memoria, al insomnio, pasando por el tartamudeo, el mutismo, los tics físicos, la parálisis, la sordera o la ceguera, como en el caso de Hitler. Según esta versión, en realidad Hitler no sufrió daños graves en sus ojos, que no le dolían por el gas, sino porque se restregaba los ojos. Así, pues, a causa de esta ceguera histérica Hitler no podía ver nada, debido a que creía que había quedado ciego. En otras palabras, Hitler no fue herido en el ataque británico, sino que sufrió un colapso mental.