Natalia Vodianova protagonizará un film junto a Jonathan Rhys-Meyers

La famosa supermodelo rusa, Natalia Vodianova, irá a Ginebra para filmar por primera vez en un papel principal. Será una película basada en la novela ‘Bella del Señor’ (Belle Du Seigneur), del escritor belga Albert Cohen. Vodianova se convirtió en actriz en el año de 2001, debutando en la comedia ‘CQ’, de Roman Coppola. Además, el nombre de ‘la cenicienta rusa’ aparece en los títulos de ‘Furia de Titanes’, de Louis Leterrier. Allí su cara es la base de el rostro de Medusa.

Como amante de Vodianova actuará el irlandés Jonathan Rhys-Meyers, conocido por sus trabajos en ‘Match Point’, ‘Alexandr’, ‘Misión: Imposible III’, y ‘Elvis’. Por este último obtuvo el Globo de Oro al mejor actor de miniserie o telefilme.

Los acontecimientos de la película se desarrollan durante la Segunda Guerra Mundial. Rhys-Meyers interpretará a un diplomático que inicia un vínculo amoroso con una mujer casada, Vodianova. Su historia de amor “frenética, joven, apasionada y al mismo tiempo oscura, cruel e inimaginable”, como destaca el escritor Frédéric Beigbeder, será grabada por el director Glenio Bonder. El trabajo arrancará el 25 de octubre en Suiza y continuará en Italia.

A los que les gusta primero leer el libro y después ver su adaptación cinematográfica, existe un vivo ensayo de Frédéric Beigbeder publicado dentro de su obra ‘Último inventario antes de la liquidación’:

“Los años treinta. Solal, un judío bello originario de Kefalonia es un alto funcionario en la Liga de las Naciones que se enamora de Ariana, una mujer casada. La corteja durante 350 páginas, hasta que ella deja a su pobre hombre Adrien Dam, quien se pega un tiro. La pareja enamorada, al obtener por fin la libertad, va a hundirse en el amor por tres capítulos enteros, hasta la misma muerte: el amor a puertas cerradas, un 'fuego sublime e inextinguible' que lleva al aburrimiento o a la autodestrucción. La misma historia ya aparece tratada en miles de novelas: Tristan e Isolda, Romeo y Julietta, Pablo y Virginia, Fili Hautman y Daniel Ducruet, pero ¿por qué Ariana y Solal tocan tanto nuestros corazones?

Pienso que el libro debe su éxito a su fuerte y expresivo estilo, muy libre y a la vez cínico y elevadamente romántico (el mismo Cohen llamaba a su estilo ‘un tumor maravillosamente sobrecrecido’). Cabe saber que Cohen no escribió este libro, sino que lo dictó a su secretario durante 14 años y después a su mujer, Bella. Así se explican momentos pesados, como el monólogo de Ariana cuando estaba en el baño y, principalmente, su lirismo cautivador. La construcción de la frase de Cohen, su manera de dirigirse bruscamente hacia sus lectores, criticar a sus propios héroes, salir por sí mismo al escenario (primer plano), es muy moderna. Se parece al estilo de Boris Vian y predice la aparición de Jean Echenoz. Además, este libro está penetrado por un humor puramente hebreo, a la vez humillado y orgulloso, que ridiculiza a los hermanos de sangre del autor y glorifica sus sufrimientos.

Como todos los libros grandes, la ‘Bella del Señor’ es un pozo: durante cada nuevo turno de lectura abre nuevos mundos. Se puede considerar como un panfleto contra la persecución nazi; como un manual para los playboys que envejecen sobre la seducción de las mujeres en el espíritu de Restif de La Bretonne; como una crítica al matrimonio moderno y los celos 'a lo Marcel Proust'; como la sátira más perversa sobre la burocracia desde los tiempos de Georges Courteline; como una canción arrebatada al amor verdadero que no se puede comparar con los pasiones falsas; como una caricatura de una burguesía ociosa y ególatra (la misma Ariana es a la vez muy conmovedora y ridícula) etc., etc.”