Un equipo de investigadores, formado por Myriah Williams y Paul Russell del Departamento de Anglosajones, Nórdicos y Celtas (ASNC, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha descubierto entre las páginas del Libro negro de Carmarthen, el manuscrito más antiguo escrito en idioma galés, dos rostros fantasmagóricos y líneas de versos que habían permanecido invisibles para el ojo humano después de que fueran borrados intencionadamente, informa el portal científico Live Science. El hallazgo ha sid posible gracias al uso de una combinación de luz ultravioleta y un software de edición de imágenes.
Este manuscrito medieval que contiene poemas con temas religiosos y odas de alabanza y luto, fue terminado alrededor del año 1250 y su nombre se debe a su asociación con el priorato de San Juan de Evangelista y San Teulyddog en Carmarthen. Se conoce como 'negro' por el color de su encuadernación y entre sus aproximadamente cien páginas figuran varias referencias al Rey Arturo y al Mago Merlín, que se cuentan entre las más tempranas que se conocen.
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Los investigadores establecen que fue un antiguo propietario del libro en el siglo XVI, probablemente un hombre llamado Jaspar Gryffyth quien grabó su nombre en hebreo en el libro y eliminó versos adicionales, garabatos y notas a los márgenes que habían sido añadidas al manuscrito. Según ellos, esto evidenciaría el cambio de manos que este escrito sufrió a lo largo de la historia.
"Lo que hemos descubierto puede ser sólo la punta del iceberg en términos de lo que podemos descubrir. El manuscrito es muy valioso y muy importante, sin embargo, todavía puede haber mucho más que aún no sabemos", declara Russell.