Las joyas de la plebeya por cuyo amor abdicó el rey de Inglaterra

La casa de subastas Sotheby´s organiza cada año una gira mundial de los lotes más destacados de sus futuras subastas y este año, entre otros objetos, pone en venta los tesoros de la mujer por cuyo amor Eduardo VIII abdicó al trono de rey de Inglaterra.

La casa de subastas Sotheby´s organiza cada año una gira mundial de los lotes más destacados de sus futuras subastas y este año, entre otros objetos, pone en venta los tesoros de la mujer por cuyo amor Eduardo VIII abdicó al trono de rey de Inglaterra.

Todos los brillantes de la corona del rey no pudieron competir con el tesoro del amor que sentía Eduardo VIII por la dos veces divorciada Wallis Simpson. Casarse con una mujer de origen norteamericano y con semejante  currículum resultaba imposible para la Familia Real de Gran Bretaña en aquella época. Pero Eduardo lo hizo en 1936 y desde aquel momento los brillantes, generalmente de producción de la compañía Cartier, los llevaba su mujer, la duquesa de Windsor.

Sus tesoros fueron vendidos en Ginebra después de su muerte a un precio récord de 50 millones de dólares por un total de 306 lotes. Una parte de estos adornos ahora están recorriendo la ruta Hong Kong-Emiratos Árabes–Moscú–Nueva York–Ginebra como ciudades en las que los organizadores de la subasta tienen puestas sus esperanzas de encontrar posibles compradores. El precio estimado de los objetos en venta es muy elevado, de unos 4,8 millones de dólares, pero se espera que la muestra en estas grandes ciudades excite el 'apetito' de los posibles compradores (también rusos) para el próximo 30 de noviembre, día de la especial subasta.

Los complementos de la señora Wallis destacan por su elegancia y sus refinados e ingeniosos adornos, ya se trate de un broche en forma de flamenco cubierto por piedras preciosas o de una pulsera en forma de pantera de brillantes y ónix. En el Museo Estatal de Historia de Moscú (donde se celebra la muestra) también se puede admirar una cigarrera de oro que lleva en su tapa el mapa de Europa en el que están señaladas con piedras preciosas las ciudades importantes para los dos enamorados. Algunos lotes contienen objetos con frases grabadas como “Dios reservó al rey para Wallis”.