Un juez prohíbe la proyección de una película de terror en San Sebastián
La película serbia ‘A Serbian film’ desencadenó una gran polémica en la XXI Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, después de que sus proyecciones fueran suspendidas por orden judicial.
Un juzgado suspendió las proyecciones de la cinta por considerar que podría incurrir en un presunto delito contra la libertad sexual. Según El País, la decisión se tomó a instancias de una demanda interpuesta por la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) que alegaba actuar en defensa de los menores. Pero, pese a la suspensión de las proyecciones, el filme ganó un Premio Especial del Público por “convertirse sin ser proyectada en símbolo de la libertad de expresión”.
El director del certamen, José Luis Rebordinos, lamentó que la decisión del juzgado haya hecho que este filme ocupe “un lugar que no le corresponde” en el festival. Rebordinos dijo que para él fue una sorpresa la suspensión judicial cuando se trata de un título que se ha exhibido en festivales de todo el mundo y ha obtenido varios premios, entre ellos un Fipresci, de la crítica internacional, en Serbia.
El filme del director serbio Srdjan Spasojevic, sobre la siniestra propuesta para un último trabajo que recibe una estrella porno retirada, está repleto de episodios atroces y violentos, incluida la escena de la violación de un bebé recién nacido. Recientemente fue proyectada en el Festival de Sitges, donde también provocó acaloradas discusiones, sin llegar en ningún momento a plantearse la prohibición de su emisión.
Muchos opinan que la suspensión de la cinta en San Sebastián supondrá una publicidad gratuita para ‘A Serbian film’, sin importar su calidad o su valía. “Los muchachos de la CONCAPA pueden estar seguros de que una película que hubiera pasado agachada y de puntillas por nuestro país se convertirá seguramente en todo un éxito”, señala El País.
Antes, la radical película serbia ya había provocado el escándalo en el Festival de Londres. En agosto pasado los organizadores del certamen se negaron a proyectar la cinta después de que British Board of Film Classification (BBFC) ordenara cortar del filme varios episodios violentos.