Después de cincuenta años de pausa, el Coro Estatal Nacional Ruso Piátnitski volvió a México. En la primer gala, dedicada al centenario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), representó tanto las perlas de la música folklórica rusa, como unas sorpresas musicales y fue recibida tempestuosamente.
La ráfaga de aplausos se desencadenó después de la interpretación de una canción en español: ‘México lindo y querido’. La directora artística del conjunto, Alexandra Permiakova, destacó en la entrevista a la agencia ITAR-TASS que incluyeron esa canción tan popular y famosa adrede.
“La hemos interpretado en la tradición del canto ruso que domina el coro. Y es la versión singular lo que provocó la cálida reacción de los mexicanos”, añadió ella.
El rector de la universidad, José Robles, destacó que la noche fue “fantástica” y que tales eventos coadyuvan al fortalecimiento de las relaciones culturales de ambos países, cuyas tradiciones son muy ricas.
El conjunto aclamado dio el concierto en el marco de la celebración del Bicentenario de la lucha por la Independencia y también para conmemorar el Centenario de la Revolución Mexicana.
El conjunto se fundó en 1911: el coleccionista de canciones rusas Mitrofán Piátnitski, que viajaba por los pueblos pequeños de Rusia, buscaba tanto elementos del folklore, como cantantes. De los campesinos de diferentes regiones creó el primer coro profesional folklórico de Rusia. Durante los primeros diez años, la gente que participaba en los conciertos de Moscú después volvía a sus pueblos. Solo después se trasladaron a la ciudad para siempre.
Ahora, en el coro moderno hay muchos laureados de concursos de músicos jóvenes. A México llegaron unos 40 artistas con una edad media de 20 años. Este cuerpo lo compusieron solo hace unos años, cuando el conjunto cambió la política de su repertorio y, de las canciones de autor, volvió a las obras originales de canción y baile de pueblo.
Es interesante que unas 400 canciones que encontró el fundador del coro en rincones lejanos de Rusia fueron grabadas en su viejo fonógrafo de cilindros. Allí hay canciones de chicas jóvenes, canciones de amor, de risa, canciones épicas y de historia, lamentaciones de lloronas y melodías de rondas. Algunas de ellas se pueden escuchar en su página web oficial aquí.
En México, el coro representó solo una parte de su rica herencia. “Dondesea que actuamos, sabemos que somos embajadores de Rusia. Cómo interpretamos las canciones depende también de la percepción de nuestra Patria. Llegamos a México para glorificar el arte ruso y vemos una acogida muy cálida de aplausos no sólo para nosotros, sino también para todo el país”, destacó Alexandra Permiakova a la agencia RIA Novosti.