En el famoso Museo Erótico de París se inauguró una exposición de fotos titulada '¿Qué eran los burdeles de París de inicios del siglo pasado?'. Localizada en el antiguo y de fama mundial barrio de la Piagalle, la exposición recoge abundante material documental y fotográfico de aquella gloriosa época de Francia, cuando los burdeles combinaban el atractivo de los placeres privados, con elegantes bares y restaurantes para el disfrute de los asistentes, atrayendo a estrellas como Humphrey Bogart, Cary Grant, Mae West o Marlene Dietrich.
Por extraño que parezca, las reglas interiores para los empleados, o mejor dicho, empleadas, de estos establecimientos se parecían más bien a las de una cárcel o un convento.
Todo lo que se refiría a las 'empleadas' obedecía a un estricto orden y registro, mientras que para los clientes se creaban condiciones de máximo lujo y comodidad. En este aspecto, los burdeles de la famosa 'capital del pecado' se orientaban como los restaurantes y hoteles famosos.
Los clientes más exigentes podían disfrutar de sofisticados laberintos y de oscuros pasillos, sumidos en lujosas alfombras e interiores dorados.
Y claro… todo terminaba en no menos lujosos salones de 'placeres'. Cada habitación y salón tenía su propia decoración lujosa, desde el esplendor morisco del siglo XVIII a las connotaciones japonesas.
Al igual que las damas, los restaurantes de estos burderles eran capaces de complacer a los clientes con los gustos más exigentes.
Con el cierre forzoso de los prostíbulos en París en 1946, esta antigua y bella ciudad no pudo olvidar, sin embargo, que para ella y casi todo el mundo, los burdeles parisienses fueron y quizá seguirán siendo 'más que burdeles' en la historia.
РТ