Talento, valentía y vulnerabilidad

Tocan la guitarra sin manos, bailan sin oír música, crean esculturas singulares en el aislamiento, se enamoran y construyen su vida luchando contra los prejuicios sociales. Son gente minusválida, con síndrome de Down y otros problemas físicos o mentales, que desde el 26 de noviembre aparecerán en M

Tocan la guitarra sin manos, bailan sin oír música, crean esculturas singulares en el aislamiento, se enamoran y construyen su vida luchando contra los prejuicios sociales. Son gente minusválida, con síndrome de Down y otros problemas físicos o mentales, que desde el 26 de noviembre aparecerán en Moscú en unas 90 películas, en el marco del festival ‘Cine sin Barreras’.

En el concurso participan obras de 19 países que ya tienen premios internacionales de la talla del Oscar, el Sundance, los premios del Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián y otros. En la celebración se incluye, además, un programa infantil con películas de ficción y documentales de directores tanto extranjeros como rusos.

“El objetivo del programa es, en una atmósfera ligera, con aire de alegría y buen estado de humor, atraer la atención de los niños a los problemas que enfrentan las personas inválidas en su vida cotidiana. Tratar sus posibilidades, la diversidad de sus intereses. Así creemos que podemos formar una actitud positiva hacia la gente minusválida”, destaca la página web del festival.

Una de las películas presentadas en el festival trata sobre una persona singular que no dejó que su discapacidad física venciera su pasión hacia la creación. Tony Meléndez toca la guitarra con sus pies y canta canciones. Sus obras escritas principalmente con tema religioso penetran los corazones de la gente y entre sus admiradores sinceros se encuentra Juan Pablo II.



Las historias de muchas películas participantes del festival son reales y muestran la verdadera hazaña del espíritu de la gente que encontró fuerzas e inspiración para nueva vida. Así Justin Edgar, de Gran Bretaña, traslada la historia de dos amigos minusválidos a un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, y el ruso Vasiliy Jurmshanov cuenta la historia real del pintor ruso sin manos.

‘Mary y Max’, de Adam Elliot (2009), hecha con figuritas de plastilina, habla sobre la amistad epistolar entre Mary, una chica de 8 años que vive en los suburbios de la ciudad australiana de Melbourne, y Maz Horowitz, de 44 años, que vive en Nueva York y sufre el trastorno neuromental de Asperger. Durante 20 años mantienen su amistad escrita, que pasa por todos los niveles de su desarrollo.



Otra película animada presentada en el festival es la obra de Shira Ovni ‘Atar los cordones’, que refleja la vida emocional de cuatro pintores con síndrome de Down. Por su parte, la historia de Anita en la película homónima de Marcos Carnevale cuenta sobre una chica hebrea con síndrome Down que vive con su mamá en Buenos Aires. Después de un bombardeo, su madre desaparece y Anita empieza a buscarla. Sobrevivió gracias a la bondad de la gente que encontraba en su camino.

Michel Oríon Scott en su obra ‘El joven en el Caballo’ sigue con su cámara a una familia que atraviesa la Mongolia esteparia en la búsqueda de un chamán que, según ellos creen, puede penetrar el mundo autista de su hijo.

Otro estadounidense, Gorham 'Hap' Kindem revela la historia de la ruptura de estereotipos sobre la biatlonista ciega Anne-Mette Bredahl, de Dinamarca, que revela una verdadera pasión por el esquí.

La película 'More Than Meets The Eye' ya recibió el primer premio en el Festival ‘Cine sin Barreras’ en Sochi 2010.



‘Outsider: la vida y arte de Judith Scott’. Es la cinta de Betsy Bayha de EE. UU. del año 2006, que trata la historia en el aislamiento de una institución especial y el reconocimiento internacional en el mundo del arte de la excéntrica y talentosa Judith Scott. Es un retrato íntimo de esta mujer con síndrome de Down y sorda que pasó 35 años en un hospital especial. La cadena de acontecimientos sorprendentes le permite crear las esculturas abstractas de fibra que atrajeron la atención de los coleccionistas del mundo.



‘El Viaje Especial’, de Luz Leccur, es un documental sobre el viaje de artistas talentosos con capacidades reducidas por Argentina. Durante el viaje conocemos a gente como Maxi Lemos, un cantante que tiene las cuatro extremidades paralizadas. Junto a la gente del Instituto Nacional contra la Discriminación y el Racismo, Maxi trabaja con la realización de un proyecto que ayudará en la búsqueda de trabajo a los jóvenes con capacidades reducidas.

Anar Abbasov de Rusia hizo un cortometraje en 2009 sobre un equipo de sordos que sin oír música logran bailar. La obra se llama ‘Beethoven’. “Las personas tratan de hacerse especiales durante toda su vida. Estamos naciendo así”, dice la gente autista de la película ‘Sin Piedad’ de Drew Morton Goldsmith, EE. UU. Drew es un joven con autismo que rompe los estereotipos probando que una persona con posibilidades reducidas puede vivir dignamente.

La cuestión del amor en la vida de la gente con el síndrome de Down es investigada por los cineastas españoles Álvaro Pastor y Antonio Naharro en la película ‘Yo también’. Lee el reportaje del estreno ruso de la película aquí.

El festival muestra la valentía y vulnerabilidad de la gente con alteraciones físicas o mentales en innumerables historias verdaderas, para dar a los espectadores un conocimiento más real de lo que es la vida de esta gente.