El fotógrafo y skateboardista Leo Sharp: entre la analógica y la digital

Por qué todavía eligen y cómo usan los fotógrafos las cámaras analógicas. Este y otros temas compartió el fotógrafo Leo Sharp durante la muestra de sus mejores obras de skateboardistas del mundo en Moscú. El fotógrafo principal de la revista 'Sidewalk Skateboarding Magazine' paseó con ellos por todo el mundo y no es su primer visita a Moscú, pero en la que fue su primer clase de maestría reveló las ventajas de las cámaras analógicas durante la toma de trucos.

“A decir verdad, no hay ningún problema sobre qué elegir, la cámara digital o la analógica, porque hay que tener ambas. Es imprescindible analizar las relaciones entre las bases de la fotografía, como son exposición, diafragma y sensibilidad. Y eso se puede hacer solo con cámara analógica. Además, no hace falta mucho equipamiento para hacer una buen foto”, destaca Leo Sharp, y lo comprueba con la foto siguiente, que es una de las primeras publicadas por él, hecha en 1998 con una cámara de cinta de 35 milímetros y un solo flash. “Lo principal para mí es la composición: calculo aproximadamente dónde necesito que esté el skateboardista en la foto y aprieto el botón”.

Con una cámara más grande, por ejemplo una Hasselblad, uno ya tiene que pensar en un flash, una luz adicional. Lo mismo pasa si se usa la lente 'ojo de pez', que añade un efecto “dramático y extremo” a las fotos, afirma Leo. Le gusta usar cámaras panorámicas analógicas, donde la imagen es dos veces más larga, y unir dos o tres fotos a la vez en photoshop, si usa la cámara digital. Esta última da la posibilidad de ver la foto inmediatamente. Pero sucede que Leo a veces lo usa solo para una vista previa, mientras que las fotos  definitivas las hace con los mismos ajustes y la cámara analógica.

El secreto de este efecto está en la larga exposición de la cámara digital instalada en un trípode. Durante la ejecución de la foto el fotógrafo gira la camara, mientras que el flash largo congela al skateboardista que hace el truco.

Este foto fue hecha en una nueva plaza en San Petersburgo, donde hay un monumento a Vladímir Lenin. Sharp considera esta foto una de las más acertadas, también porque tuvo la suerte de que el skateboardista lanzó su mano casi del mismo en que el caudillo de la revolución socialista rusa.

Como muchos fotógrafos del deporte extremo, Leo también es el deportista y la tentación de seguir haciendo skateboarding no le deja en paz, así es que se le puede ver a veces en Barcelona con su skate y mochila equipada en la espalda. Es una de las ciudades más interesantes para él desde el punto de vista de la fotografía deportiva en las calles.

En su mochila hay diferentes cámaras, también analógicas. La producción de fotos tradicionales es a veces más cara por el precio no solo de la cinta y los reactivos, sino por el valor profesional también. La cantidad de pruebas del fotógrafo analógico está limitada por la cantidad de imágenes en la cinta y las posibilidades de un skateboardista de repetir varias veces su truco. La intuición artística y la experiencia son lo que no se puede comprar en una tienda de cámaras digitales y que para el fotógrafo analógico resultan los instrumentos inalienables, destaca Leo Sharp.