La famosa playa de Copacabana en Brasil se ha vestido de blanco. Miles de personas se han reunido en la costa para poner sus ofrendas en las barcas de madera y lanzarlas al mar. Así, según la tradición local, cada año honran a la Diosa del Agua Lemanjá. Acompañados por tambores y cánticos, los devotos llevaron flores, frutas y champaña, con el objetivo de pedir suerte y protección para el año que viene. Lemanjá es una de los siete dioses de las religiones Afro-Brasileños Unbanda y Candomblé, y, según los creyentes, también protege a los pescadores.
La procesión dedicada a la divinidad comienza en el parte norte de Río, el mercado de Madureira, y después llega a Copacabana. Originalmente la ceremonia fue celebrada en la Nochevieja, pero en el tiempo actual las enormes cantidades de turistas que vienen a la playa anualmente, la llenan con sus celebraciones y fuegos artificiales, por lo que la gente local decidió pasar la fiesta a un día atrás.