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Viajamos a una misteriosa pirámide maya más alta que Teotihuacán (FOTOS)

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RT viajó a la pirámide de Toniná, la cual guarda todavía muchos secretos del conocimiento que los mayas tienen del mundo
Viajamos a una misteriosa pirámide maya más alta que Teotihuacán (FOTOS)

Justo a la entrada de las montañas que dividen los valles de Ocosingo de la frondosa selva Lacandona del estado de Chiapas, ubicado en el sureste mexicano, se encuentra la acrópolis maya de Toniná.

Hace seis años, arqueólogos mexicanos que investigaban la parte norte del sitio encontraron que la pirámide negra que lo corona era mucho más grande de lo pensado. Hoy se sabe que Toniná, de 75 metros, supera en 10 metros a la famosa Pirámide del Sol de la cultura teotihuacana.

Si bien en 1960 estudiantes mexicanos recorrieron el sitio y en la década de los setenta hubo un permiso para que franceses excavaran y se llevaran diversos hallazgos, no fue sino hasta esta última década que comenzó a develarse información sorprendente de la vida de los mayas que habitaron esta enorme ciudad de manera discontinua entre el siglo I y el siglo XVI.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, la pirámide de Toniná mide 74 metros de altura y la acrópolis cuenta con una escalinata central de 260 escalones, que atraviesa siete plataformas y 13 templos en la cúspide.

Toniná significa, en lengua maya tseltal, 'el lugar donde se levantan esculturas en piedra en honor del tiempo'. Nuestro guía, don Aristeo, un indígena tseltal experto en las excavaciones del sitio desde hace más de 10 años, relata que Toniná tiene grandes particularidades, pues fue una ciudad eminentemente "muy guerrera" que batalló contra importantes ciudades como su vecina, la hoy turística Palenque, contra Yaxchilán, ubicada también en Ocosingo, y hasta Copán, localizada en Honduras. Don Aristeo relata que también se encontraron en Toniná avatares de una reina 'kawil' o guerrera equiparable a la reina roja de Palenque.

Sin embargo, nuestro guía dedica mucho más tiempo a hablar de la compleja manera de estar en el mundo que tenían los habitantes de Toniná que de hechos de guerra.

Esta manera de estar y el conocimiento que generaba se encuentra labrado, representado y construido en cada una de las partes del lugar, alineado con el Sol, la Luna y Venus. Marcadores solares, conteo del tiempo, el estudio del cielo, la visión del inframundo... todo se encuentra en las paredes, los templos, las plazas, estratificado de manera ascendente; y en la cima se encontraba el gobernante.

Don Aristeo muestra, por ejemplo, la predominancia del número cuatro en las construcciones y en los consejos de gobierno, como reflejo de los puntos cardinales y los cuatro colores del maíz: el rojo es el Sol, el negro es la oscuridad, el blanco son las nubes del agua, el viñero y el rayo, y el amarillo la fertilidad de la tierra.

En el Palacio del Inframundo, una de las siete plataformas que conforman la Gran Pirámide, la luz entra y permite ver una figura humana. Al acercarse, la figura se deforma y parece una calavera. Don Aristeo cuenta que Toniná tiene partes internas cuyos efectos de luz hablan de la vida, de la muerte, los ciclos de siembra y el paso del tiempo.

En 1992 los arqueólogos excavaron este palacio que, por dentro, tiene dos caminos, a la izquierda y a la derecha. Uno era el paso del gobernante y el otro, una trampa.

En Toniná también se realizaban sacrificios humanos. Por ejemplo, en los dos juegos de pelota existían competencias que se ganaba por puntos. El premio por la victoria era morir en una ofrenda. La sangre era mezclada con incienso, era quemada, subía convertida en vapor al cielo para bajar después en forma de lluvia y así regar el maíz y frijol. Además, la ciudad era conocida por capturar a hijos prominentes de otras ciudades; en ella han sido encontrados descendientes del rey Pakal de Palenque.

Para nuestro guía, continuar develando el conocimiento que existe en Toniná ayuda a entender algunos elementos de la vida de los pueblos mayas de hoy.

Por ejemplo, cuenta que en uno de los murales de la ciudad se encuentran señaladas las etapas del mundo divididas en cuatro 'soles'. El 21 de diciembre del 2012 cambió el calendario maya en general, evento que está marcado también en Toniná, y ese cambio implicaría un resurgimiento del conocimiento de los pueblos que habitaron esta región.

"Pero ahora será diferente: la raíz se está renovando y levantando, pero con nuevas ideas como los derechos de las mujeres, el cuidado de la naturaleza".

Y es que, explica, en Toniná las figuras no son religiosas, sino que representan el conocimiento natural. En este lugar fueron encontradas las figuras de la piedra bola, que es el Sol, el monstruo de la Tierra, que es el mundo, el dios del jaguar, del búho y del cacao, los cuales muestran el respeto que esta cultura tenía hacia la naturaleza.

De hecho, la pirámide es tan alta porque asemeja toda una montaña sagrada. En la cúspide de la pirámide se encuentran el Templo del Espejo Humeante y el Templo de los Prisioneros.

Llegar a Toniná no es difícil. De San Cristóbal de las Casas parten vehículos a Ocosingo. Y en el mercado de esta ciudad parten vehículos que, tras recorrer 10 kilómetros al este, arriban al sitio. Está ubicado en el extremo occidental del área maya, en una de las partes más altas del valle de Ocosingo.

La acrópolis puede ser recorrida con amplitud. No es tan visitada y no está rodeada de hoteles como el famoso Palenque. Don Aristeo nos muestra, ya en la punta de la pirámide, las hectáreas que todavía faltan por estudiar: es mucho. Hasta hace diez años, el ganado caminaba en las plazas de la ciudad.

Don Aristeo culmina:

"Toniná no se terminó; ellos se dispersaron a otros lados. En la ciudad está la sabiduría, siempre se regresaba a ella a obtener conocimiento, como ahora la gente regresa a Chiapas".

Al-Dabi Olvera

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