Nueva York está inundada con guitarras. Después de la inauguración de una muestra con instrumentos de cuerda suntuosamente decorados por tres generaciones de lutieres ítaloestadounidenses, se puede contemplar cómo a estos los percibió el artista español Pablo Picasso. El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) expone un total de 65 obras que representan guitarras en collages, dibujos, pinturas y esculturas.
La muestra "Picasso. Guitarras 1912–1914", abierta del 13 de febrero al 6 de junio, se centra en el periodo artístico de Picasso (1881–1973) comprendido entre la creación de dos esculturas en forma de guitarra, la primera hecha de cartón y cuerda en 1912, y la segunda fabricada con una lámina de metal en 1914, informa la agencia EFE.
"Se trata de la primera exhibición que observa en profundidad estas dos construcciones de guitarras, y las pone en el contexto de una época de gran experimentación del artista", explicó a Efe la comisaria Anne Umland.
Entre las creaciones, que están estrechamente relacionadas, figuran collages, dibujos, pinturas, esculturas y fotografías de pequeño formato, que el propio Picasso tomó en su estudio y que recogen construcciones efímeras que allí realizó.
La muestra, que solamente se podrá ver en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, explora dos años en los que el artista español revisó objetos que eran habituales en los bodegones con materiales "readymade" —o encontrados— y técnicas propias de artesanos.
Picasso leía los periódicos parisinos Le Journal y Excelsior, impresos en un papel barato que se oscurecía con rapidez, y que empleó en sus collages, a los que añadió también papel mural con estampados vegetales y partituras reales de "Sonnet", una canción popular en la capital francesa a principios del siglo XX.
Por otra parte, el artista mezclaba arena con sus pinturas para crear relieves y texturas que, en ocasiones, constituyen un pequeño detalle de la obra y en otras la base de ésta.
Además, imitaba las técnicas de muchos artesanos que pintaban superficies emulando la madera o el mármol. Así, Picasso no sólo hace referencia a los verdaderos materiales, sino también al trabajo artesanal, explicaron los expertos.
Las obras, que Picasso creó en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial a caballo entre sus estudios en París y en el sur de Francia, pertenecen a 35 colecciones públicas y privadas de todo el mundo, entre ellas la del MoMA.
Las dos construcciones de guitarras que sirven de base a la exposición, y que durante la mayor parte de la vida de Picasso solo se mostraron a través de fotografías, fueron donadas por el artista a la institución neoyorquina.
Aunque formaban parte de sus fondos desde los años 70, fue en 2005 cuando descubrieron que además de la guitarra de cartón, disponían del elemento del mismo material que servía de base a la obra.
El motivo de la guitarra de cartón es sencillo, pero la creación era diferente a cualquier obra de arte que se hubiera hecho antes, y dos años después el artista la recreó con una lámina de metal, explicó el museo.
El metal de la segunda guitarra, delgado y plano, era común en París como material para construir tejados, y podría haber sido gris o negro antes de convertirse en el metal oxidado que la escultura luce ahora en la exposición.
Por otro lado, en pleno centro de Manhattan, en la zona del Soho de Nueva York, se puede contemplar un mural con la cara del artista, creado para promocionar la exposición "Obras maestras del Musée National Picasso" que comienza el 19 de febrero en el museo de Bellas Artes de Virginia.
El mural exhibe el rostro de Picasso hecho de códigos QR, un sistema similar a un código de barras que cuando se capta con un dispositivo habilitado para leerlo, como algunos teléfonos móviles, activa un servicio que en este caso remite a una página web con obras de arte y que vende entradas para la exposición.