Cirque du Soleil presenta la retrospectiva de su vestuario en Moscú. La exposición Los creadores de ilusiones muestra la historia de 25 años del legendario conjunto del circo a través de sus trajes, cada uno de los cuales "es una verdadera obra maestra y son únicos por haber usado en ellos una tecnología compleja y una combinación de telas que estimula la imaginación", según la jefa de la portavocía rusa del circo, Natalia Románova.
La mayoría de los trajes expuestos se hacen en los talleres ubicados en Montreal, Canadá. Más de 400 maestros del diseño en costura, zapatería, pelucas y sombreros tardan horas en considerar todos los detalles bajo elevadas exigencias técnicas que ni tan siquiera son visibles desde los lugares que ocupan los espectadores. Tienen en cuenta no sólo las particularidades personales del cuerpo del artista para el que se elabora el disfraz o las acrobacias que va a realizar, sino también sus gustos, caprichos y hasta sus supersticiones.
Según los organizadores, los trajes del circo son un rasgo característico y singular del conjunto. En la exposición de Moscú se muestran los diseños de los espectáculos nuevos, como, por ejemplo, la peluca de mazorcas y hierba con un saltamontes de Totem o la peluca de Elvis Presley con su famoso tupé del espectáculo Viva Elvis. En la entrada del recinto, recibe a los visitantes el traje de cuatro metros de un actor en zancos que impresiona por la expresividad de su máscara y el contraste de colores.
La muestra ocupa la sala del centro de exposiciones de la Fundación Ekaterina en Moscú, cuyas paredes están pintadas en gris, lo que unido a la suave iluminación crea una atmósfera misteriosa. Las tarjetas explicativas indican el número de traje, el nombre del personaje y el espectáculo al que pertenecen y además recogen citas de diseñadores y sastres.
Así pueden conocerse detalles como que durante la creación del traje hay que obtener el visto bueno de un fisioterapeuta sobre si el peso del mismo va a molestar al artista durante sus acrobacias más difíciles. También se cuentan las primeras pruebas de vestuario en las que los actores deben permanecer semidesnudos, lo que en un primer momento les hace sentirse muy incómodos, y cómo la selección de telas especiales y la búsqueda creativa convierten un espectáculo en un show casi erótico. Revelan que si hay muchas costuras en un vestido, el traje en general se convierte en un rompecabezas que no se puede resolver sin el propio actor. Además comparten algunos secretos como que para provocar la ilusión en el espectador de que el actor vuela suavemente con el traje de pájaro, hay que añadir fibra óptica en el vestido, lo que produce un efecto de centelleo.
En la exposición de Moscú se pueden ver también fragmentos de espectáculos y apreciar el papel y la función que desempeñan los trajes durante su utilización. En comparación con el vestuario de un teatro de ópera o de drama, en Cirque du Soleil éste significan mucho más que un simple disfraz.