¡Hasta que Dios los separe!

Unos 850 invitados, incluyendo a miembros de familias reales y jefes de estado, se han reunido hoy en el patio de honor del Palacio del Príncipe para presenciar el enlace eclesiástico de Alberto II de Mónaco y   Charlene Wittstock, que fueron declarados marido y mujer por lo civil el 1 de julio.

Alberto y Charlene se conocieron en el año 2000 en Mónaco, donde la joven, nacida en Zimbabue, llegó para participar en unas competiciones de natación. Las relaciones amorosas entre Alberto y la nadadora olímpica de Sudáfrica empezaron en 2006.

No obstante, el príncipe esperó mucho hasta pedirle la mano a Charlene. La noticia sobre el compromiso de Alberto y su pareja llegó el 23 de junio de 2010. Los monegascos que hoy celebran la boda de su monarca han estado esperando este momento durante varias décadas. Alberto tiene dos hijos nacidos fuera del matrimonio, pero reconocidos oficialmente por él. Sin embargo, ellos no pueden heredar el trono de los Grimaldi, la dinastía que lleva reinando en Mónaco durante siete siglos. En caso de que Alberto y Charlene tengan hijos, éstos serán los herederos oficiales del principado.