Piezas de automóvil, juguetes rotos, botellas usadas. Chatarra para algunos, arte para otros. Pero el Jardín de Arte de Richard en Washington (EE. UU.) es un espacio para la interpretación de la cultura popular estadounidense a través de la escultura y la pintura. Lamentablemente este lugar podría desaparecer.
Así como todo tiene un comienzo, también tiene un final. El creador de esta galería de arte anunció que desmontará todas sus obras concebidas a lo largo de más de 20 años y que miles de visitantes de todo el mundo han tenido el placer de admirar.
Richard Tracy, el creador del espacio, quiere dar término a su obra pues sus casi 80 años de edad ya no le permiten continuar el trabajo de mantenimiento de su jardín artístico. Pero a pesar de la inminente conclusión de sus actividades, el escultor y pintor afirma que cumplió el objetivo que se propuso hace casi tres décadas. "Me he dedicado a mi galería porque quería dar mi corazón al mundo entero y lo he logrado. Hacer arte puede tomar minutos, meses o años, nadie ha escrito las reglas para lo que expresamos desde el corazón. Pero es hora de cerrar el aspecto público de mi obra. Y aunque lo haga, el arte siempre será para mí un lugar adonde puedo ir y ser yo mismo. Es mi escondite privado, donde nada me puede pasar", dice Richard Tracy, artista y creador de Rich’s Art Yard.
Todo comenzó 27 años atrás, cuando el profesor de arte decidió retirarse de la vida laboral. Un día, al observar las enormes cantidades de basura que sus vecinos dejaban en la calzada, se dio cuenta de que todo esto podía convertirse en algo más que desechos; podía transformarse en obras de arte. "Iba por todas partes y veía basura, pero para mí estos desperdicios eran material para mis obras. Pedía permiso a las personas para recoger los deshechos y, si me lo daban, ¡lo tomaba todo! Y así, con un montón de cosas, comencé a hacer esculturas, y si una escultura no funcionaba como concepto, la cortaba en dos y tenía dos formas para escoger", comenta Tracy.
Construir el jardín artístico no fue fácil para Richard. Al comienzo, la gente de su comunidad lo consideraba como un excéntrico pero, tras algún tiempo, los visitantes empezaron a llegar de todas partes.
"¡Me dije a mí misma '¡oh! ¡Mira ese lugar! ¡Es increíble!' Creo que la gente debería considerar usar la basura de este modo. Si pudiéramos hacerlo creo que aprovecharíamos más lo reciclable", expresa Tony Brano, visitante de Las Vegas.
"Traté de imaginarme cómo sería este lugar, pero una vez viendo todo esto es mucho mejor de lo que había pensado. Este hombre ha utilizado artículos de uso común y los ha convertido en algo hermoso", dice Amy Hudgins, visitante de Nueva York.
Documentalistas, escritores de blogs y críticos de arte internacional han paseado por estos senderos repletos de obras que buscan interpretar la cultura popular estadounidense; es decir, plasmar la forma de pensar de una nación obsesionada con el dinero, la televisión, la guerra, el sexo y otros vicios en esculturas y pinturas.
Ante esto, los vecinos de Richard consideran que la clausura de este sitio será una pérdida irreparable. "Amo este lugar, creo que le da personalidad a nuestro vecindario. Cuando era niño solía escaparme para ver las obras. Me encanta ver cómo la basura se convierte en algo tan sorprendente. No se trata de una casa común, es algo diferente y, si desaparece, será una pérdida para la comunidad", expresa Michael Koniffer-Case, vecino de Richard Tracy y Rich’s Art Yard.
Afortunadamente, algunas organizaciones e individuos se han propuesto conservar algunas de las obras de este artista. Y otra parte de su producción quedará en internet en fotografías y documentación, testimonio de la perseverancia y la labor creativa de este artista popular.