Cantantes de pop defienden a los gays

Según un grupo de celebridades rusas, defender los derechos de las minorías sexuales en Rusia es el símbolo de la lucha por la verdadera democracia en este país. Por ello, han solicitado a las autoridades de Moscú no discriminar a las personas con estas tendencias

Según un grupo de celebridades rusas, defender los derechos de las minorías sexuales en Rusia es el símbolo de la lucha por la verdadera democracia en este país.  Por ello, han solicitado a las autoridades de Moscú no discriminar a las personas con estas tendencias sexuales y no cerrar un club gay de la capital.

La discusión entre partidarios y adversarios del movimiento homosexual en Moscú se ha enriquecido con sangre fresca. Algunos cantantes rusos de música pop, así cómo la escritora y defensora de los derechos de los homosexuales Maria Arbatova, han pedido a las autoridades de Moscú no cerrar uno de los clubs gais más grandes de la capital.

Se trata de la intención del prefecto de la zona Norte de Moscú, Oleg Mitvol, que pretende cerrar el club “El Alma y el Cuerpo”, atendiendo a las quejas de los vecinos y de otros ciudadanos. Esta decisión se ajusta perfectamente a la línea oficial expresada por el alcalde de la capital, Yuri Luzhkov, que vuelve a rechazar las peticiones de permitir el primer desfile gay en Moscú. Al denominar al evento “acción satánica”, el alcalde dejó entender su posición claramente. “Estos clubes, así como las casas de juegos, contribuyen a la depravación moral de los ciudadanos y se convierten en fuentes de desórdenes”, afirmó el prefecto Mitvol.

La versión de Lolita Miliavskaya, una cantante pop, es más pragmática: “Alguién habrá necesitado el local del club para sus objetivos. Pero la sede del club pertenece a la sociedad de ciegos. Una autoridad de la región les declaró que se terminaría el concederles exenciones si iban a prolongar el contrato de alquiler con este club”.

El pretexto oficial para ordenar el cierre del local son las peticiones de los vecinos, pero el tema de las minorías homosexuales en Rusia es un asunto político. Mientras los partidos opositores rusos destacan que el multipartidismo es uno de los rasgos de la democracia que fracasó durante las elecciones de octubre a la Duma (parlamento) de Moscú (sólo el partido gobernante Rusia Unida y el Partido Comunista obtuvieron escaños), el llamamiento de las celebridades por los derechos de los homosexuales se considera como un día histórico en la defensa de las libertades. “Defendiendo desinteresadamente a las minorías homosexuales, los artistas se involucran también en la lucha por la democracia”, afirmó la psicóloga y política María Arbatova.

La violación de los derechos humanos es un asunto político según la opinión de defensores y adversarios de la minoría homosexual en Rusia. El patriarca ortodoxo ruso y los líderes de otras confesiones religiosas, así como destacados representantes de la sociedad, condenan y reprueban las intenciones de los defensores de los derechos humanos por exigir notoriedad y pedir la aprobación de las peticiones de las personas con una orientación sexual no tradicional.

Los pros y contras: citas de personas destacadas y de usuarios de los foros rusos sobre las minorías homosexuales

Primer ministro ruso Vladimir Putin, 1° de febrero de 2007, en conferencia de prensa

 “Mi actitud [hacia la organización de la marcha gay] está vinculada a mis obligaciones de servicio y radica en el hecho de que uno de los mayores problemas en Rusia es el problema demográfico. Pero respeto, y voy a respetar, la libertad de la persona en todas sus manifestaciones.”

Patriarca Alejo II, 16 de marzo de 2006, mensaje al alcalde de Moscú Yuri Luzhkov

“Quisiera agradecerles por su decisión de no permitir la propagación pública de la inmoralidad. La Iglesia [Ortodoxa] atiende a las personas con ese tipo de aficiones según las responsabilidades de un pastor y les invita a perfeccionarse. Al mismo tiempo, la Iglesia está categóricamente en contra de los intentos de mostrar esta viciosa tendencia como la ‘norma’ y ‘el ejemplo a seguir’”.

Maksim Shevchenko, miembro de la Cámara Pública, periodista

“La propaganda homosexual en el mundo moderno es una cuestión política. Por eso, la lucha con esta propaganda pública no es homofobia e intolerancia frente a los otros, sino contra su ofensiva política subrepticia, que se produce contra nosotros como personas que tienen género, raíces étnicas, intereses políticos, religiosidad, como personas en el sentido clásico de la palabra. La lucha [contra la propaganda homosexual] es la lucha contra los que dicen que van a difundir la homosexualidad para que dejemos de ser hombres, soldados, para que dejemos de amar a las mujeres y de mostrar hombría hacia ellas”.

Julietta, diario en la red

¿Por qué en los museos de arte contemporáneo se puede ver un mantel con restos de comida en la mesa como instalación o “Mierda de artista” de Piero Manzini y nadie lo prohíbe? Este “arte” puede afectar nuestra salud mental y moral de igual forma que una marcha homosexual. ¿Por qué se pueden exhibir esos tarros de excrementos y uno no puede desfilar? Nadie nos obliga ver una marcha gay ni ver arte extraño.…

María Maryblond, diario en la red

Conocer a tu enemigo cara a cara y dejarle entrar a tu casa son dos cosas distintas. […] La marcha de los gays es una violación a mi vida normal como parte de la sociedad. No se puede huir de la sociedad, pero sí se puede vivir en paz y no marchar en apoyo de sus aficiones. Para mucha gente esta marcha no solo significa un acontecimiento que ocurre, sino que este evento se convierte en parte de su vida.

Estadísticas 

Según los sondeos del Fondo de Opinión Social de Rusia en 2006, 47% de los encuestados miran con reprobación a las personas con una orientación sexual no tradicional. Entre ellos, la mayoría son personas mayores, de poca educación y más hombres que mujeres. Un poco menos del 40% de los encuestados destaca que no critican a los representantes de las minorías sexuales. En esta categoría abundan más las mujeres, los jóvenes, las personas con una educación superior y los habitantes de las grandes ciudades. Sólo 13% no ha podido definir su actitud hacia las personas con una orientación sexual diferente. Las personas que conocen a estos representantes son más tolerantes que los otros: sólo 28% de los encuestados los critican y dos tercios no tienen ningún reparo.