Los dibujos animados que permitieron conservar los ballets rusos
Los dibujos animados ayudan a recuperar los ballets legendarios.
El Teatro Imperial de San Petersburgo prohibió grabar a sus artistas, lo que sirvió como estímulo al bailarín Alexander Shiriaev para filmar en 1904 unos muñequitos hechos a mano en el escenario para guardar los movimientos de pa-de-de de “La broma del Arlequín”. Junto con sus dibujos en una cinta de papel, estas grabaciones son ahora la base para recrear los bailes del bufón de Cascanueces y numerosos episodios, considerados perdidos, de los ballets de Marius Petisa y otros míticos coreógrafos.
Las películas, milagrosamente conservadas en el Leningrado asediado (el periodo amargo y heroico de 900 días del Sitio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial), se muestran en el III Festival de Animación Internacional en Moscú, junto con los trabajos de otro pionero de la de la animación: el argentino Quirino Cristiani.
Cristiani creó la primera película animada de largo metraje en el mundo. La satírica El Apóstol fue creada con la técnica innovadora que se conviritió en un éxito escandaloso en Buenos Aires. Desde aquel momento, año 1917, Quirino Cristiani empezó a preparar otro ambicioso proyecto: la película sonora Peludópolis. El filme desapareció en un incendio junto con Apostol.
Pero dos cortometrajes (un sketch satírico de 1919 y un corto sobre el proceso creativo de Peludopolis) se pueden ver en el Festival de Animación Internacional dentro del programa documental.
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Quirino Cristiani: http://www.quirinocristianimovie.com/index.html