La primera biografía oficial del cofundador de Apple, Steve Jobs, sale a la venta este lunes. El libro, de 650 páginas, revela muchos casos interesantes de la vida del genio de la informática y muestra algunos “lados oscuros” de su carácter.
Según relata el autor de la biografía, el periodista Walter Isaacson, Jobs podía resultar mezquino y desdeñoso con sus trabajadores en su búsqueda de la perfección. Además, “no era cercano y alegre” y “era muy petulante”. “Era bastante brusco en bastantes ocasiones, con un carácter irritable”, dijo Isaacson en una entrevista televisiva.
Relaciones personales
La biografía narra, en particular, el enfrentamiento de Jobs con los ejecutivos de Apple antes de ser despedido en 1985. Jobs los acusó por entonces de ser corruptos y carecer de valores ya que “sólo les importaba el dinero”. El libro también analiza la difícil relación de Jobs con Eric Schmidt, el ex director general de Google e integrante de la junta directiva de Apple de 2006 a 2009.
El libro también se centra en las relaciones personales que Jobs mantuvo con diversos políticos de su país, entre ellos Bill Clinton y Barack Obama. El genio estuvo al tanto del ´affaire´ del primero, con la entonces becaria Monica Lewinsky, Clinton con "una llamada telefónica a altas horas de la noche" le pidió a Jobs consejo.
"No sé si lo hiciste, pero si es así, debes decírselo al país". Esto fue, según el biógrafo, lo que Jobs le aconsejó al entonces presidente de EE. UU. en 1998. "Hubo silencio al otro lado de la línea", escribió Isaacson en la biografía. Mientras que a Obama le dijo: "Vas a ser un presidente de un solo mandato".
Amor por lo natural
El libro también da a conocer cómo fue escogido el nombre para la empresa de Jobs. Según la biografía, el creador del iPhone lo ideó durante una de sus dietas, después de visitar una finca con manzanos. En este período ingería principalmente fruta y verduras, inspirado en estudios de budismo zen, la religión que profesaba.
En octubre del 2003, cuando le diagnosticaron cáncer de páncreas, Jobs se negó a ser operado y optó por tratarse con jugos de frutas, acupuntura y remedios medicinales que encontraba en Internet. “No quería que abrieran mi cuerpo, no quería que me violaran de esa forma”, sostenía por entonces el gurú informático.
“¿Era Jobs inteligente? No, no de una manera excepcional. Y, sin embargo, era un genio. Conseguía saltos imaginativos instintivos, inesperados y en ocasiones mágicos. Como si fuera un explorador, podía absorber la información, percibir el cambio del viento e intuir qué iba a encontrar en su camino”, apunta el biógrafo de Jobs.