Desde el próximo martes los madrileños y visitantes de la capital española podrán ser testigos de la única fusión de dos de los más importantes museos mundiales: el Prado de Madrid y el Hermitage de San Petersburgo. Unas 180 obras maestras de diversas épocas, desde los retratos de zares rusos hasta el Cuadrado negro de Malévich, se expondrán en la capital española.
La exposición se organiza en el marco del Año Dual España-Rusia 2011 y será inaugurada por los reyes de España el lunes. No es el primer intercambio entre las galerías: en febrero de este año varias obras maestras del Prado ya se expusieron en San Petersburgo.
El director del Prado, Miguel Zuguza, calificó la generosidad del museo ruso como “desbordante” (es su mayor muestra fuera de San Petersburgo) y comparó el intento de resumir las riquezas de ambas colecciones con escribir El Quijote o Guerra y paz en unas pocas líneas.
El museo de San Petersburgo compartirá con los espectadores madrileños tanto arte ruso como europeo e incluso español (como las obras de Ribera o Velázquez) en un viaje desde el siglo IV a. C. hasta el XX. Además de pintura se expondrán también artes decorativas, joyería, dibujo y escultura.
El Museo del Hermitage (cuyo nombre proviene del francés ‘ermitage’ o ermita) de San Petersburgo, Rusia, es una de las mayores pinacotecas y museos de antigüedades del mundo. La colección del museo ocupa un complejo formado por seis edificios situados a la orilla del río Neva, siendo el más importante de estos el Palacio de Invierno, residencia oficial de los antiguos zares.
El museo se formó con la colección privada que fueron adquiriendo los zares durante varios siglos y no fue hasta el año 1917 cuando fue declarado Museo Estatal. Su colección, formada por más de tres millones de piezas, abarca desde antigüedades romanas y griegas, a cuadros y esculturas de Europa Occidental, arte oriental, piezas arqueológicas, arte ruso, joyas y armas.