La principal reliquia cristiana, el Sudario de Turín, no es una falsificación medieval. Lo confirmó la novísima investigación del Sudario efectuada en los últimos 5 años por un grupo de científicos italianos.
Los científicos de la Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Estable de Italia, encargados por el Vaticano de investigar el tejido, afirman en su informe que "primero, el Sudario se remonta al siglo I después de la Natividad de Cristo, es decir, no es medieval. Segundo, hemos comprobado la total ausencia de pigmento, o sea, es posible decir que no fue hecho por la mano del hombre. Todos los fragmentos que hemos hallado son de origen orgánico, es decir, en el caso dado nosotros hablamos de sangre".
Por fin se subraya que estas huellas son el resultado de "un fulgor de irradiación ultravioleta muy potente". En el mundo no existe aún un aparato capaz de generar irradiación de tal potencia, es "el resultado de la luminiscencia, o sea, el contorno que vemos es la luz, y hemos comprobado que no fue producida por un láser".
La comisión de investigación resume en su informe: "En la Biblia está escrito que Jesucristo estuvo en el Sudario 40 horas. La investigación puso de manifiesto que el cuerpo estuvo en el tejido exactamente 40 horas. Es posible decir que el Sudario es auténtico en un 95%. Insistimos que es un porcentaje muy alto porque ninguno de los científicos ofrece un resultado categórico del 100%: han pasado 2.000 años".
Entre tanto, los científicos italianos declararon que no se conformarán con los resultados obtenidos y continuarán su investigación y los experimentos para obtener unas huellas análogas en un tejido.
Cabe precisar que muchos científicos han recibido con escepticismo los resultados de dicha investigación y siguen creyendo que el sudario fue falsificado. En 2008 el químico Luigi Garlaschelli, de la Universidad de Pavía (Italia), declaró que había conseguido crear una imagen en un tejido idéntica a la del Sudario de Turín. Afirma que utilizó para esto sustancias que eran accesibles para la gente en la época medieval.
Se considera que en el Sudario, que ahora se conserva en la Catedral Metropolitana de San Juan Bautista de Turín, fue envuelto el cuerpo de Jesucristo después de que lo bajaran de la cruz del Calvario.