Este 'canibalismo' no contradecía ninguna norma moral de la sociedad europea de entonces, pese a que prácticas similares en las culturas indígenas del Nuevo Mundo se consideraban salvajes e inhumanas. Así queda recogido en el libro del escritor Louise Noble y el estudio del catedrático Richard Sugg de la universidad de Durham.
Tanto en la China moderna como en las culturas autóctonas la idea que subyacía bajo este canibalismo fera que se podían curar las dolencias de un órgano con un remedio hecho a base del correspondiente órgano humano muerto, explica un libro del escritor Louise Noble, 'Canibalismo médico en la literatura y cultura inglesas modernas tempranas'.
Pese a que hacia los siglos XVII y XVIII la ciencia negaba la eficacia de tales métodos, la gente común no rechazaba la práctica.
Así en los años 80 del siglo XIX para tratar todas las enfermedades y dolencias de hemorragia, e incluso hasta la epilepsia, todavía se usaba, por ejemplo, la grasa contra la gota; o el polvo de cráneo contra el dolor de cabeza.
Uno de productos más preciados era la sangre, que mucha gente ingería convencida de sus efectos rejuvenecedores: a partir de la sangre hicieron incluso mermelada multifuncional (receta francesa de 1679), según el libro del catedrático Richard Sugg 'Momias, Caníbales y Vampiros: Historia de la Medicina de Cadáveres desde el Renacimiento hasta la época Victoriana'.
También existía el procedimiento de beber la sangre de recién ejecutados, lo que se produjo por última vez en 1908.
Entre otras recetas peculiares también figura la de Thomas Willis, el científico investigador del cerebro del siglo XVII que creó una bebida contra la apoplejía mezclando polvo de cráneos humanos con chocolate.
En estos libros se indica que el canibalismo era un fenómeno social en Europa que se veía como algo norma, y que empezó a caer en desuso a finales del siglo XIX.Louise Noble cree que este tipo de prácticas se han convertido actuamente en algo parecido al negocio. El investigador cita un caso reciente: el de una banda en Nueva York que vendió partes de cuerpos humanos a instituciones médicas.