El proceso de la creación ha sido tan peculiar como la propia obra del arte: cada uno de los jóvenes artistas masticó y escupió sus chicles.
La nueva pieza pretende simbolizar la fusión de las dos escuelas. Ahora el ADN de los estudiantes de ambas instituciones forma parte de la escultura común.
La figura gigante del pegajoso triunfador ya ha llamado poderosamente la atención del público local y será expuesta en el festival Strijp S de los Países Bajos en noviembre.