Moscú quiere establecer marca mundial en celebración del Jánuca

La juventud judía de Moscú quiere establecer una nueva marca en el Libro Guinness de los Récords, gracias al Jánuca —fiesta judía de las luces y las lámparas— que se celebrará el 13 de diciembre. En uno de los clubes de capital rusa se encenderá de forma simultánea más de 4 000 velas en más de 50

La juventud judía de Moscú quiere establecer una nueva marca en el Libro Guinness de los Récords, gracias al Jánuca —fiesta judía de las luces y las lámparas— que se celebrará el 13 de diciembre. En uno de los clubes de capital rusa se encenderá de forma simultánea más de 4 000 velas en más de 500 lámparas de Jánuca.

Más de 500 participantes se reunirán en el club Zona. Cada uno de ellos encenderá velas de la menorá. El servicio de seguridad  tomará todas las precauciones para evitar algún incendio. Los organizadores del evento también prepararon toda la documentación necesaria para lograr un nuevo récord mundial de celebración del Jánuca.

 "El Jánuca enseña a las personas a disfrutar de la vida. Yo, junto con Michelle, enviamos nuestras sinceras felicitaciones a todos los que por el mundo celebran esta fiesta. La historia del Jánuca sobre los macabeos y los milagros que ellos vieron nos recuerda que la fe y la perseverancia son fuerzas poderosas que pueden ayudarnos en momentos difíciles”, dijo el presidente estadounidense Barack Obama en víspera de la fiesta.

El término Janucá proviene de la palabra hanukkat que significa "santificación". La fiesta evoca la época de la hegemonía helénica en Israel, iniciada con la conquista de Alejandro Magno, y el mismo día cuando instaló la revuelta judía del 167 AC en la que los macabeos vencieron al rey sirio Antíoco IV (que prohibió el judaísmo y trató de imponer el politeísmo).

Los judíos expulsaron a los invasores de Israel y restauraron parcialmente el destruido templo de Jerusalén. En el día de su consagración se enciende el candelabro principal del templo —la menorá— cuyo fuego debe mantenerse encendido constantemente. Pero había poco petróleo no consagrado para la luz. Producir y santificar otro requería ocho días.

Sin embargo, según la tradición, Dios hizo un milagro y el petróleo existente, que debería haber sido suficiente sólo para una noche, ardió durante ocho días hasta que fue preparado el nuevo. En memoria de este milagro los judíos celebran esta fiesta durante ocho días encendiendo cada noche una vela más en la menorá. Al mismo tiempo, el candelabro debe ser puesto en la calle enfrente de la casa o en el alféizar de la ventana para que todos puedan ver su luz.