Un derrame cerebral, que sufrió a principios del mes de abril, cercenó su vida. Pero antes de marcharse, el destino le preparó una sorpresa.
Al igual que el cine, con la película 'Buena Vista Social Club', subió a los altares de la música mundial a cantantes cubanos veteranos como Ibrahim Ferrer o Compay Segundo, internet dio su bendición a Khil. En el año 2010 y tras pasar más de 4 décadas desde que se compusiera esta canción llamada 'Trololó', las redes la resucitaban con millones de 'clicks'. Un 'boom' mundial que él mismo descubrió a través de su nieto.
“Lo supe a través de mi nieto que tiene 13 años. Se abrió la puerta y le oí cantar. '¿Por qué esta canción?', le pregunté. Y me dice 'abuelo, mientras que tú estás tomando té en casa, todo internet está oyendo tu canción'”, dijo el fallecido cantante Eduard Khil.
Y de ahí la locura. Camisetas con su fotografía, teléfonos móviles con su sonido y multitud de imitadores por todo el mundo. Incluso se pensó realizar una gira que nunca llegó a hacerse. “Los artistas de esta generación tienen una experiencia inmensa. Es más fácil trabajar con ellos, ya que tienen otra filosofía de vida”, dice el productor Iósif Prigozhin.
Internet no solo le abrió las puertas de su fama mundial, sino que también le dio la oportunidad de compartirla con sus fans.
Al cantante soviético le dejaba perplejo cómo su melodía era entendida en diferentes lugares del planeta. “Para mí es muy interesante saber cómo los japoneses perciben esta canción o cómo la cantan en Singapur, qué parodias hacen. Eso está muy bien porque se está uniendo a la gente. Cuando alguien recibe emociones positivas, las quiere transmitir a los demás. Con la ayuda de internet, esto es lo que hace a mi canción tan popular ahora”, decía Khil.
Pero en su canción no todo eran sonrisas. Durante los años de la Unión Soviética su tema fue censurado ya que su letra "estoy tan contento de volver a casa" hacía referencia a un 'cowboy' montando a caballo. Las autoridades soviéticas rechazaban todo lo relacionado con EE. UU. De esta forma, quedó el mítico Trololó, un tarareo que hipnotizó a miles de admiradores y que hizo que se escuchara en miles de sitios.
“Es algo realmente impresionante. La energía positiva está tomando control. Y hace que la gente se sienta bien”, explica Jason, uno de sus admiradores.
El mundo de la canción popular está de luto. El barítono soviético Eduard Khil ha muerto, pero su Trololó seguirá viviendo por muchos años.