El monumento geológico recibió el título honorífico gracias a su forma poco usual y su flora y fauna únicas. La reserva natural tiene un área de unos 4.850 kilómetros cuadrados. Está compuesta por unos ‘pilares’ de hasta 150 metros de altura de caliza cámbrica fechados en unos 530 millones de años. Sin embargo, las propias rocas son mucho más jóvenes: se formaron hace 400.000 años debido al movimiento de placas tectónicas.
A día de hoy los pilares conservan pinturas rupestres bien visibles. En el territorio del parque hay también un asentamiento humano de entre 260.000 y 370.000 años de edad, donde se hallaron herramientas de piedra. En el área se descubrieron también restos de mamíferos extintos como mamuts, bisontes árticos y rinocerontes lanudos.
El sitio cuenta con una gran variedad de ecosistemas, desde desierto a permafrost. Es hábitat natural de 21 especies de plantas en peligro de extinción, 101 especies de aves y 36 especies de mamíferos.
Los Pilares del Lena son la décima zona de naturaleza salvaje en Rusia que forma parte de la lista de la Unesco.
flickr.com
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