Helado pasatiempo
Rusia congela la historia mundial en hielo. Los mejores escultores en este material presentan sus cristalinas obras en festivales por todos los rincones del país. Y no sólo durante el invierno.
Ciudades Rusas
En Ekaterinburgo se muestra el El Jardín de los Cerezos de Hielo en la conmemoración del 150 aniversario del escritor ruso Antón Chéjov. Los personajes de la obra maestra de Chéjov se pueden contemplar durante el Festival Internacional Europa-Asia. Maestros de todas las partes del país mostrarán sus "reflexiones en hielo" en forma de esculturas con obras como “La Cereza Vieja”, “El viejo mundo – nuevos dueños”, “El jardín se ve desde la ventana” y otros.
En Yuzhno-Sajalinsk ya se entregaron los premios a los participantes de su festival internacional de esculturas heladas, bautizado como La Fantasia de Hielo. El equipo de Japón obtuvo el primer premio, dotado con más de 10.000 dolares, por su composición. Jabárovsk heredará el mismo nombre para su festival en enero.
El Festival en Surgut saca el hielo del río Ob para convertirlo en el símbolo de la ciudad: un zorro negro. La leyenda de la ciudad dice que un noble caballero bajó desde el cielo a la tierra de Surgut transfigurado en zorro para convertirse en protector de sus ciudadanos. Los laureados de los concursos internacionales de esculturas de hielo impartirán clases de su maestría. Se usarán más de 300 toneladas de hielo para crear 12 composiciones que reflejen la historia de la ciudad.
Moscú
Las bajas temperaturas en Moscú son la condición fundamental para la celebración del festival anual de esculturas de hielo. Este año el tema principal es la "Odisea Espacial" para celebrar el 50 aniversario de la exploración espacial que desarrolla Rusia.
Los visitantes del festival pueden ver esculturas de hielo que alcanzan unos cinco metros de altura. Los autores utilizaron como modelos a las legendarias naves espaciales Soyuz y Vostok, los héroes de la Guerra de las Galaxias y muchos otros personajes. Por la noche, la exposición se hace más impresionante, porque las diferentes luces crean una atmósfera muy especial.
El Festival anual “El Invierno Ruso” tradicionalmente representa esculturas gigantescas de hielo. Este año en las plazas de Moscú se pueden contemplar tres campanas. Una de ellas, de dos metros, es la copia de la histórica Campana Zar. Esta campana de 200 toneladas y 6,24 metros de altura se rompió antes de poder sonar en el campanario. Entre otras esculturas en las plazas están un Rublo helado hecho por los maestros del Gremio nacional de herreros. Pesa 150 kilos y su diámetro es 1,5 metros.
Las esculturas heladas en verano
Los deseos navideños se pueden enviar a Ded Maroz (Papá Noel ruso, literalmente Abuelo del Frío) hasta en verano, metiendo su carta un cofrecito de hielo en el palacio helado en Moscú. El mundo de hielo de los personajes de los cuentos folclóricos rusos se puede apreciar en el parque “Krasnaia Presnia”. La Galería de la Escultura Rusa de Hielo de 500 metros cuadrados guarda los mejores ejemplos de la cultura nacional. El autor del proyecto, Mijaíl Muja, conoce muy bien el entusiasmo que provocan las obras heladas. En su galería, más de 90 toneladas de hielo de agua de manantial se mantienen a una temperatura de -10 grados centígrados. Entre otras obras, los doce mejores escultores crearon el trono de la zarina rusa; 33 bogatires (fuertes héroes de la mitología rusa) del cuento del poeta Púshkin, que guardan el reino del mar o una ardilla fantástica que come nueces de oro, cuyo centro lo componen esmeraldas. Todas las esculturas están iluminadas por los mismos maestros que se encargaron de diseñar las luces de las fuentes musicales de la capital.
