“Si quieren escuchar las composiciones, todo dependerá de vosotros”, dice el artista en su página web. Invitar a los músicos, hacer arreglos, todo estará en manos de sus aficionados. Las mejores interpretaciones realizadas por los ‘lectores’ serán colocadas en la página web de la editorial McSweeney's, responsable por distribución de la obra de Beck.
Pero el álbum no es solo un método para combatir el analfabetismo musical de los aficionados. Según acentúa Will Burns de la revista Forbes, “la parte más brillante de la idea” es que es un remedio universal contra la piratería: “No puedes simplemente descargar el álbum, tienes que comprarlo. Desde luego, habrá alguien que escaneará las partituras en formato pdf y las mandará a la gente, pero los aficionados podrán gozar realmente de Beck, solo si compran el libro”.
Todos los críticos musicales coinciden en que con su innovación, Beck logrará despertar la ansiedad en sus seguidores y garantizar una popularidad enorme en sus futuros conciertos, adonde llegarán multitudes para escuchar finalmente la ‘versión original’ de las composiciones.