Picasso apenas tenía 22 años cuando cuando pintó su 'Mujer planchando', una inquietante imagen de una mujer esquelética con los ojos y las mejillas hundidos, presionando hacia abajo una plancha con todas sus fuerzas.Vivía en París y no tenía mucho dinero, solía empezar un cuadro, abandonarlo y comenzar otro utilizando el mismo lienzo, una práctica común entre los artistas y que Picasso siguió a lo largo de su carrera.
'Mujer planchando' fue donado en 1978 al Museo Guggenheim de Nueva York por el coleccionista alemán Justin Thannhauser. En aquel entonces los expertos del museo detectaron por primera vez una sombra oculta detrás de la imagen de la mujer. Gracias a la técnica de infrarrojos, bajo la pintura se descubrió una figura masculina subyacente con bigote, pero en aquel entonces no se consiguió averiguar de quién se trataba y quién lo había hecho.
Ahora con el uso de dos tipos de cámaras infrarrojas, el científico Johan Delaney reprodujo la imagen más detallada de un hombre peinado y con bigote. "Hay cosas que el ojo humano no puede ver pero, sin embargo, ahora los conservadores pueden ahondar debajo de lo inmediatamente visible para echar un vistazo a la historia oculta a través de las capas de pintura", señaló un portavoz del museo.
El portavoz del Guggenheim indicó que de momento siguen sin tener detalles de la identidad de la persona que aparece en el nuevo cuadro, una pintura que todavía está siendo investigada.