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Depeche Mode en Moscú

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El fin de semana calentó motores con el concierto de Depeche Mode y así preparó a una parte de los rusos para la semana más alegre en Rusia, la semana de Máslenitsa. Mientras el conjunto más importante del escenario mundial del pop, que ahora ya está en Ucrania, distrae ya a los ucranianos en ple
Depeche Mode en Moscú

El fin de semana calentó motores con el concierto de Depeche Mode y así preparó a una parte de los rusos para la semana más alegre en Rusia, la semana de Máslenitsa. Mientras el conjunto más importante del escenario mundial del pop, que ahora ya está en Ucrania, distrae ya a los ucranianos en plena efervescencia electoral, los rusos analizan los signos del concierto pasado.

Los precios
Por tararear los temas del conjunto  los rusos pagaron hasta 640 dólares. El concierto de Depeche Mode en Moscú y San Petersburgo destacó por unos precios altos de las entradas, tanto en las taquillas como en la reventa. El billete más barato costaba 53 dólares y si se compraba en la entrada antes del concierto, 340. El patio de baile costaba 160 y 640 dólares, respectivamente. Las entradas desaparecieron de las taquillas ya en enero, por lo que el negocio de la reventa florecía.

Todo por escuchar a los músicos y saborear la calidad del concierto. Pero aquí les esperaba una desilusión, tanto en el programa musical como en la calidad del concierto.

La calidad del sonido
Los aficionados del grupo y los periodistas recién llegados de su concierto en Helsínki destacan que allí por el precio de unos 84 dólares para el patio de butacas, cada sector del estadio fue equipado con altavoces adicionales. Su ausencia en Moscú llevó a que las diferentes partes del estadio gozaban de distinta calidad de sonido, hasta el punto de que algunos aficionados tuvieron que contentarse con el sonido que parecía más bien según la prensa rusa al ruido producido por unas partes metálicas movidas por el viento.

En el escenario
El escritor y periodista que ha asistido a todos los conciertos rusos de Depeche Mode (ellos suelen ir a Rusia cada 4 años), Serguéi Minaev, afirmó en la radio nacional que “fue mal. (…) David Gahan sufre problemas con su voz. Antes escuchaba su concierto, arreglado en el tablero de sonido, allí no podía dar ni una nota alta… Y ahora he encontrado que tenía un tumor maligno que le quitaron. Entonces se mantenía con dificultad en el escenario… No se sentia la presencia de la energética legendaria, pero se sentía el problema en la voz. Y es muy, muy triste. Parece que asistimos al ocaso del gran grupo”.

La mayoría de la gente acogió al grupo calurosamente, aunque aceptó sin entusiasmo las canciones nuevas del último álbum ‘Sound of the Universe’ (El sonido del Universo) en la primera parte del concierto. Pero desde los primeros sonidos de ‘Walkin in my Shoes’ el auditorio cambió con una ola de gritos, chillidos y silbidos de beneplácito.

Los críticos destacan que a pesar de algunas buenas réplicas, el nuevo álbum es aburrido, es un álbum destinado a una escucha meditativa, no a un estadio donde se pueden saborear los efectos de sonido, las fantasías electrónicas y los nuevos experimentos de Martin Gore y David Gahan. El estilo viejo y tradicional del conjunto musical se mantiene en el principal éxito del disco, ‘Wrong’.

Martin Gore, foto de RIA

A pesar de todo…
A pesar de todo esto los músicos mostraron su alto nivel de música y la técnica interpretativa, mezclados con los rasgos que llevan su firma, como el giro con el micrófono de David Gahan, su actividad demoníaca, los trajes tradicionalmente negros y las baladas de Martin Gore, que salió al proscenio con la guitarra. La prensa rusa destaca que los “depeches” añadieron muy sabiamente presión y dureza a los éxitos de sus últimos álbumes. Dos horas de concierto que se terminaron con las casi legendarias ‘I Feel You’, ‘Enjoy The Silence’, ‘Never Let Me Down Again’ y ‘Personal Jesus’.

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