“Creo que uno nace con ciertos dones. Yo no tengo los brazos y una pierna pero eso no fue para mí un impedimento para estudiar y abocarme a lo que me gusta, y terminaré el día que muera pintando”, dijo Espinoza en la exposición. Desde su nacimiento el pintor padece agenesia No tiene manos y una pierna, pero su valentía y dedicación le permitieron alcanzar su sueño: desde niño quería ser artista.