La Fiesta de los Patios es una tradición de esa ciudad andaluza en la que los vecinos celebran la llegada de primavera con la apertura de sus patios y balcones adornados con macetas floridas. A pesar de su antigüedad, esta tradición no fue institucionalizada hasta 1933 gracias a un concurso para añadir valor a una práctica ancestral que apareció en las casas romanas y reinstauraron después los árabes.
El ritual cordobés entró en la lista de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) al segundo intento, después de que la candidatura fuera rechazada en 2011.
De este modo, los patios de la ciudad andaluza se han convertido en el duodécimo valor español que entra en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
Cuando se hizo pública la decisión de la Unesco, el ministro español de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, felicitó a los cordobeses por el “magnífico” trabajo hecho para lograr este honor, diciendo que “la Fiesta de los Patios es un ejemplo de punto de encuentro entre culturas, de pervivencia y de recreación de valores de colaboración y de solidaridad vecinal”.
Un día antes de esa alegre noticia, las fiestas de San Pacho del Chocó en Colombia fueron declaradas el Patrimonio de la Humanidad.