"El Titanic no chocó contra un iceberg, simplemente lo rozó y lo hizo tan suavemente que hasta los oficiales en el puente de mando creyeron que lo habían salvado", explicó Ferreiro en una entrevista con EFE. Según Ferreiro, el roce se produjo en la parte más "débil" del casco, lo que ocasionó la ruptura del mismo y la entrada de 9 toneladas de agua por segundo.
Asegura que en realidad el primer oficial, William Murdoch, no vio un iceberg sino “las luces del Titanic reflejadas en la pared negra de la montaña de hielo que tenía enfrente”. Pensó que se trataba de otro barco, lo que explicaría la orden que dio: "Tenemos un barco por la proa. Caña a estribor y atrás toda. Cierren las puertas estancas".
Al contrario de lo que muestra la película protagonizada por Leonardo DiCaprio, según el documental 'Titanic: Cien años de historia-Misterios al descubierto', durante la tragedia no hubo ni un solo disparo de arma de fuego, ni se suicidó ningún oficial.
El Titanic no chocó contra un iceberg, simplemente lo rozó y lo hizo tan suavemente que hasta los oficiales en el puente de mando creyeron que lo habían salvado".
Otro mito extendido es que las verjas que separaban a los viajeros de tercera y segunda clase permanecieron cerradas impidiendo así que los primeros pudiesen acceder a la cubierta de botes salvavidas. Sin embargo, Ferreiro aseguró que "esas verjas nunca estuvieron cerradas mientras el Titanic se encontraba en alta mar”.
"Aunque desvirtúan la realidad, las películas han contribuido a que la gente conozca la historia del Titanic; especialmente la de James Cameron", concluye Ferreiro.