Cultura
Investigan a un artista que asegura haber usado cenizas del Holocausto en su obra
La Fiscalía de Polonia ha puesto en marcha una investigación contra un artista sueco que afirma haber utilizado cenizas de víctimas del Holocausto para crear una pintura.
El año pasado el artista Carl Michael von Hausswolf escribió en la página web de la Galería Bryder en Lund, Suecia, que había creado una obra utilizando las cenizas que había recogido de los hornos de cremación en el antiguo campo de concentración nazi de Majdanek, Polonia, durante su visita en 1989.
Añadió, que había esperado durante años para atreverse a utilizar las cenizas en su pequeño cuadro ´Memory Works´ (´Obras de Memoria´).
La investigación fue puesta en marcha con el fin de comprobar la veracidad de la información, ya que no hay evidencias de que el artista realmente usara cenizas del Holocausto y es posible que de esta manera esté tratando de llamar la atención, según la portavoz de la Fiscalía polaca, Beata Syk-Jankowska.
Sin embargo, de resultar cierta la información, Carl Michael Hausswolf podría ser acusado de profanar cenizas humanas o un lugar sagrado y enfrentarse a una pena de hasta ocho años de prisión.
Lo que ahora es un museo, entre 1941 y 1944 fue un campo de concentración, por el que pasaron unas 150.000 personas, en su mayoría judías, de las que unas 80.000 perdieron la vida.
Añadió, que había esperado durante años para atreverse a utilizar las cenizas en su pequeño cuadro ´Memory Works´ (´Obras de Memoria´).
La investigación fue puesta en marcha con el fin de comprobar la veracidad de la información, ya que no hay evidencias de que el artista realmente usara cenizas del Holocausto y es posible que de esta manera esté tratando de llamar la atención, según la portavoz de la Fiscalía polaca, Beata Syk-Jankowska.
Sin embargo, de resultar cierta la información, Carl Michael Hausswolf podría ser acusado de profanar cenizas humanas o un lugar sagrado y enfrentarse a una pena de hasta ocho años de prisión.
Lo que ahora es un museo, entre 1941 y 1944 fue un campo de concentración, por el que pasaron unas 150.000 personas, en su mayoría judías, de las que unas 80.000 perdieron la vida.
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