Hace nada el mundo ha podido conocer a sus nuevos héroes: en Los Ángeles tuvo lugar la ceremonia más prestigiosa en el mundo cinematográfico, los Oscar.
Una de las triunfadoras de la ceremonia fue indudablemente la directora Kathryn Bigelow por su film 'En tierra hostil' que se llevó seis de los nueve premios a los que optaba, entre las cuales figuran: la mejor película y mejor dirección. Así ella se convierte en la primera mujer en llevarse la estatuilla dorada en esta categoría. No era solamente un logro profesional, sino también un triunfo personal en una 'secreta' lucha con su ex marido, el famoso director James Cameron cuyo 'Avatar' también daba muchas esperanzas para obtener los codiciados premios. Ese digno rival en la alfombra roja tuvo que conformarse con tan sólo 3.
No era de extrañar tal éxito de la película de Bigelow ya que la cineasta californiana anteriormente había sido reconocida por el Sindicato de Directores de EE. UU. y ganado varios Bafta y Globos de Oro. Hay que destacar que Kathryn Bigelow siempre se consideraba como una directora atípica, pues sus temas de interés pertenecen al cine de acción, bien sea bélico, futurista, thriller e, incluso, de terror. Sus largos, como el 'Near Dark' (Cuando cae la noche) o el 'Point Break' (Punto de quiebra) siempre han tenido el beneplácito de la crítica.
Esta vez Kathryn Bigelow arrasó e hizo historia con su estilizada inmersión en la guerra de Irak. Según la directora estadounidense, en su país existe un dramático vacío informativo sobre dicho enfrentamiento bélico, lo que la empujó a filmar esa película, creando “una experiencia lo más auténtica, realista y detallista posible”. Así la cinta se rodó en Oriente Medio (entre Jordania y Kuwait) y muchos actores iraquíes tomaron parte en dicha creación artística. En la ceremonia la directora galardonada quiso dedicar su premio a "las mujeres y hombres que arriesgan su vida cada día en Irak y Afganistán".