El primer concurso femenino de "flair" se celebró en Moscú

La primera competición de flairtending entre mujeres tuvo lugar en la capital rusa. Seis participantes de varias ciudades del país lucharon por el derecho de ganar el título de la mejor barwoman.

Según las reglas del concurso, las competidoras tuvieron que preparar en seis minutos dos cocteles: uno tradicional y otro de "fantasía”. El nivel de la maestría de las participantes fue evaluado por un jurado presidido por el doble campeón mundial de flairtending, Alexander Podoman. Las ganadoras del concurso fueron premiadas con dinero.

“Primeramente evaluamos el nivel de complicación de los elementos usados por las competidoras en sus intervenciones”, explicó Rodoman a la agencia de información rusa RIA Novisti. Calificaciones adicionales son para la calidad artística y gustativa de la bebida preparada, dijo el experto de esta modalidad.

Los errores graves fueron castigados con disminución de puntos, aunque fue posible esconder muchas faltas, según aseguraron los expertos que observaron el concurso. “Todos cometen errores. Lo más importante es poder reaccionar a ellos correctamente”, dijo uno de los hinchas. “Si dejas caer una botella, no hay que ponerse nervioso para que los espectadores no lo noten”, afirmó.

Para hacer bien sus trucos los bármanes dedican varias horas por día a sus entrenamientos. Diferentes competiciones en esta esfera favorecen al desarrollo de este arte. Para los maestros es la oportunidad de intercambiar experiencia y para los jóvenes es un estímulo para continuar perfeccionándose.

Por ahora el arte del flair gana popularidad rápidamente en todo el mundo. Es muy extendido en Estados Unidos y se difunde con éxito en países como Italia, México y España, de donde salen bármanes cada vez más preparados y especializados en esta modalidad.

Existe incluso la Asociación de Flair (FBA) ubicada en EE. UU. Tiene suscritos a más de 10 mil bármanes en más de 100 países. La FBA programa diversos concursos y actos relacionados con el flair.