Encontrar la ligazón entre ambos calendarios no es una tarea fácil y es importante debido a que facilita la conversión del sistema maya al actual. El conocido calendario de la Cuenta Larga Maya es un complejo conteo cíclico donde el ciclo mayor duraba 13 baktún, unos 5.125 años, un largo ciclo que, precisamente, culminó el pasado 21 de diciembre, lo que fue malinterpretado por muchos como una señal del fin del mundo.
Los métodos para encontrar una correlación suelen basarse en la fecha en que llegaron los conquistadores españoles a Mesoamérica. Sin embargo, el problema radica en que hay pocos registros históricos que se pueden utilizar para vincular el sistema maya con el europeo. La correlación que cuenta con mayor aceptación es la llamada Goodman, Martínez, Thompson (GMT).
Los trabajos de Douglas Kennett, de la Universidad de Pennsylvania, en EE. UU., que respaldan los trabajos de la década de los 60 que afirmaban que la correlación GMT era la más adecuada, efectuaron una nueva serie de exámenes utilizando métodos más modernos sobre los mismos dinteles de madera de un templo ceremonial que fueron analizados hace cinco décadas.
El equipo, que inicialmente trató de confirmar la correlación GMT porque estaba investigando los efectos del cambio climático sobre la civilización Maya, confirmó que esta cultura desapareció hace unos 1.000 años porque no pudo hacer frente al cambio climático, una propuesta científica que surgió por primera vez el año pasado.
La región fue víctima de una deforestación que propició un aumento de la
temperatura de la región y, en consecuencia, afectó la calidad de la
tierra, haciéndola menos apta para la agricultura y cambiando los
patrones de las lluvias.
"Ahora podemos tener más confianza en nuestra capacidad para comparar los registros ambientales con los registros arqueológicos. De cualquier información que esté en una fecha maya, podemos estar más seguros comparándola con la fecha europea", explicó Kennett.