Escuela del Bolshói: fábrica de talentos rusos y extranjeros de la danza
A priori puede parecer como cualquier otra escuela. Algarabía y bullicio en los pasillos, como en cualquier centro educativo con alumnos púberes y adolescentes. Pero enseguida sorprende lo erguidos que caminan los chavales. La Academia Estatal de Coreografía de Moscú, la escuela del Bolshói, es el lugar en el que centenares de jóvenes rusos y extranjeros se instruyen en el arte de la danza.
El centro creado en 1773 cuenta actualmente con 765 alumnos, casi 100 de ellos foráneos procedentes de países como Venezuela, México, Italia, Finlandia, Gran Bretaña, Francia, EE. UU., Chipre, Japón y Corea. Los requisitos para entrar en la escuela son muy rigurosos y los mismos para rusos y extranjeros, según informa EFE.
Los alumnos deben contar con formación coreográfica previa y la limitación de plazas hace que sólo se queden los de mayor talento y dotes artísticas. A lo largo de los años otros muchos se van quedando en el camino por lesiones o porque no pueden soportar el enorme sacrificio que conlleva esta carrera.
Además de la formación previa, en la selección también se tienen en cuenta el peso y la estatura de los aspirantes, parámetros en los que son inflexibles. Un niño de 1,30 metros no puede pesar más de 23 kilos y un joven de 1,84, no más de 57 kilos. Para las niñas de 1,30 el peso máximo permitido es de 21 kilos, mientras que las de 1,74 metros no pueden sobrepasar los 47 kilos. Los que no alcanzan 1,69 metros tienen un pequeño respiro: un kilo de más o de menos. Las niñas que superen los 50 kilos, según el reglamento, no podrán participar en las clases de danza por parejas, aunque deben asistir obligatoriamente.
Aunque hubo un periodo en el que decayó el interés de los chicos por la danza y eso se vio reflejado en el número de alumnos, en los dos últimos años la escuela se ha llenado de nuevo de jóvenes con talento. Una nueva generación capaz de mantener a Rusia como lo que siempre ha sido, un referente mundial en el mundo de la danza. En el mundo hay dos escuelas como ésta, una en Moscú y otra en San Petersburgo. La academia es germen de bailarines, coreógrafos y pedagogos con numerosos premios en Rusia y en el extranjero, como el 'Benois de la Danse', considerado el Oscar de la danza.
Incluso entre los mismos ciudadanos rusos, el ballet goza de gran prestigio como arte, profesión y opción de vida. Así, a principios de año una encuesta del Centro de Estudios de la Opinión Pública (Vtsiom) desveló que entre los héroes nacionales del siglo XX para los rusos figura la bailarina Maya Plisétskaya, en un listado en el que también aparecen cosmonautas como Yuri Gagarin, escritores como León Tolstoi y políticos como Vladímir Lenin y Iósif Stalin.