Durante las excavaciones, lideradas por el polaco Milosz Giersz, arqueólogo de la Universidad de Varsovia, y Roberto Pimentel Nita, codirector del proyecto, se encontraron más de 1.000 artefactos, que incluyen sofisticadas joyas de oro y plata, hachas de bronce y utensilios de oro, junto con los cuerpos de tres reinas wari y otros 60 individuos, algunos de los cuales probablemente murieron sacrificados.
Los cuerpos de las reinas sepultadas tenían rastros de pupas de insectos, lo que revela que las habían sacado de la cámara funeraria y expuesto al aire. Esto sugiere que los wari exhibían las momias de sus reinas en el trono de la sala ceremonial, lo que permitía a los vivos venerar a sus muertos, explica la publicación.
También se desenterraron muchos otros tesoros: adornos para las orejas incrustados de oro y plata, cuencos de plata, hachas rituales de bronce, una rara copa de alabastro, cuchillos, contenedores para hojas de coca, cerámicas pintadas con colores brillantes provenientes de muchas partes del mundo andino, y otros objetos preciosos. "Estamos hablando de la primera tumba real imperial desenterrada", subraya Giersz.
Según el arqueólogo, a su equipo todavía le quedan entre 8 y 10 años de trabajos. Pero los objetos encontrados hasta el momento ya dan una idea de la magnitud del hallazgo. "El fenómeno wari puede compararse con el imperio de Alejandro Magno", afirma Krysztof Makowski Hanula, arqueólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú y consejero científico del proyecto. "Es un fenómeno histórico breve, pero de grandes consecuencias", agrega.
Se espera que el ministro de Cultura de Perú y otras autoridades anuncien oficialmente este jueves el descubrimiento en una conferencia a los medios en el sitio de las excavaciones. El recién descubierto templo de los muertos "es como un panteón, como un mausoleo de toda la nobleza wari en la región", explica Makowski.