Las inscripciones halladas en el este de China datan de hace unos 5.000 años, con lo que serían cientos de años más antiguas que el propio idioma escrito chino conocido. Por lo tanto los investigadores están pensando si se trata de palabras o de sus precursores más sencillos, en forma de sistemas de símbolos.
El hallazgo contiene miles de fragmentos de cerámica, jade, piedra, marfil y madera excavados en el yacimiento arqueológico de Liangzhu.
Anteriormente la escritura china más antigua encontrada se halló grabada en huesos de animales y databa de hace unos 3.600 años, la época de la Dinastía Shang.
Los investigadores chinos decidieron definir su nuevo hallazgo como una protoescritura que está entre símbolos y palabras y confirman que este descubrimiento ayudará a arrojar luz sobre el origen de la lengua y la cultura china en general.