"EE.UU. es un país muy abusivo y no quería más ser parte de ello. (…) Si lee las noticias estos días —el informe sobre las torturas de la CIA— eso sería un ejemplo claro de la escala global de los abusos del Gobierno estadounidense. (…) Me fui a una embajada de EE.UU. y he renunciado a mi ciudadanía", comentó Roberts en una entrevista con RT.
No tomó el pasaporte de otro país para no sentirse "atado a un sistema político" y aseguró que consiguió que las complicaciones burocráticas no afectaran a su vida económicamente. La solución fue la divisa virtual. "Hace poco formalicé una tarjeta de débito MasterCard que puedo cargar con bitcoines. (…) Mi situación de una persona sin nacionalidad no me ha perjudicado (…) y ahora puedo usar el bitcóin prácticamente para cubrir todos mis gastos diarios", sostiene Roberts.
"El bitcóin es una oportunidad maravillosa para otros apátridas, a quienes el sistema convencional bancario no ha tratado bien. (…) Con el tiempo habrá cada vez más y más pagos directos con bitcoines y creo que va a convertirse en una fuerza económica viable y eficaz en el mundo", concluyó.