En su artículo, publicado por 'The Fiscal Times', Smith recuerda que los líderes europeos cada vez se quejan más de que las sanciones no solo son perjudiciales para la propia Europa, sino también contraproducentes, porque no apuntan a la desescalada de la tensión, sino en contra de la economía rusa.
"La Unión Europea comienza a dividirse en facciones. Teniendo en cuenta toda la gama de reacciones de los políticos europeos, Europa puede haber llegado a su límite de obediencia a la política de la Administración de Obama", dice Smith. En este contexto, a él le parece importante también que Europa carezca del margen fiscal y financiero de seguridad que existía hace seis años, una circunstancia que dificulta que la economía europea responda con calma a los costos de la política estadounidense.
Según Smith, Barack Obama puede haber cruzado la línea en las relaciones con Europa. Si la asociación sigue desarrollándose en la misma línea, la fricción entre Washington y Bruselas seguirá creciendo, resume el periodista.