En su artículo para el portal 'Global Research', el experto pronostica la caída de las principales divisas occidentales y el ascenso de un nuevo sistema financiero, protagonizado por Rusia y China.
La expansión de acuerdos 'swap' cambiarios bilaterales, en primer lugar, en el marco del BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái, permite reducir la demanda mundial de petrodólares.
"EE.UU. es capaz de mantener su presión sobre otras divisas, actualmente el rublo, solo mientras el petrodólar sigue siendo la mayor moneda de reserva mundial, y es la principal razón por la que Washington se mantiene a flote con su enorme deuda, que está más de siete veces por encima del PIB", resaltó el experto.
"La merma en la demanda de dólares devaluará el dólar e incluso podría causar hiperinflación en las economías vinculadas el dólar", agregó.
Mientras tanto, Rusia no tiene nada que temer porque el rublo no se negocia ampliamente, aparte de ser vendido en grandes cantidades por bancos centrales de Occidente de acuerdo con el esquema criminal de Washington que busca destruir la economía rusa mediante la inundación del 'mercado' con la moneda rusa, algo que no logarán hacer, sostuvo.
El Banco Central, por lo general, no interviene en la situación porque Rusia, al fin de cuentas, necesitará rublos para su nueva alianza comercial y los acaparará a precios bajísimos por los artificialmente hinchados dólares y euros.
Además, señaló que hace más de un año Rusia empezó a vender combustible energético en rublos y monedas de sus socios comerciales -China y otros miembros de los BRICS- y actualmente también por oro físico.
"El rublo ya está asegurado por oro a un nivel con el que Occidente solo puede soñar", acentuó Koenig. Mencionó también el análogo del sistema de transferencias internacionales SWIFT que Rusia está desarrollando y que al salir a la arena mundial, junto con los factores mencionados, "asestará un golpe demoledor al esquema corrupto del dólar".
"¿Dónde posiciona todo esto a Washington? A un paso del jaque mate", resumió el experto.