La posición de dólar en la economía mundial todavía sigue siendo fuerte pero está en un gran riesgo, considera el doctor en Economía, profesor del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú y exconsultante de la ONU, Valentín Katasónov, en su nuevo artículo.
Varias grandes potencias mundiales pueden unánimemente coordinar sus esfuerzos, unir los recursos e iniciar la conversión de sus reservas en dólares en divisas nacionales, lo que desplomaría el dólar. ¿Qué sería capaz de hacer el Sistema de Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) para prevenir esta situación?
Katasónov recuerda las condiciones gracias a las cuales el dólar se ha convertido en la mayor divisa internacional. En 1913, un 47% de las reservas mundiales de divisas eran en libras esterlinas, mientras que un 2% en dólares, pero en 1928 ya fueron un 21% en dólares. ¿Cuál fue la razón de un salto tan grande?
En 1913, el Congreso de EE.UU. bajo la presión de financieros creó la Reserva Federal de EE.UU. que empezó a imprimir los dólares, recuerda el autor. EE.UU. por aquel tiempo era el mayor productor industrial del mundo, pero al mismo tiempo tenía una enorme deuda externa, sobre todo ante el Reino Unido. La Primera Guerra Mundial cambia de manera radical la situación convirtiendo al país norteamericano en el mayor acreedor internacional. Y sus aliados principales, Francia y Reino Unido, son los que más se han endeudado ante EE.UU.
La Segunda Guerra Mundial fortaleció aún más el dólar, afirma Katasónov. El 70% del oro mundial tras el conflicto lo tenía EE.UU., que salió como la economía más fuerte del mundo. Esta situación permitió al país norteamericano imponer el sistema de Bretton Woods en 1944, según el cual las autoridades monetarias de cada país vincularon su moneda al oro. También se decidió la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional con el uso del dólar como moneda de referencia internacional.
Desde el 1970 hasta hoy el precio del petróleo es exclusivamente en dólares. El petróleo es hasta ahora la base de la divisa norteamericana, por lo que es vital para EE.UU. controlar a los países petroleros para que no comercialicen con otras divisas. Para entenderlo, dice el autor, hay que recordar el destino de Libia. En el país se desató una guerra civil y su líder, Muammar Gaddafi, que empezó a vender el petróleo por euros y planeaba hacerlo después por dinar de oro fue asesinado.
Cuando el dólar empieza a depreciarse, EE.UU. provoca un conflicto armado o un cambio de régimen, sobre todo en Oriente Medio, y el valor de su divisa se recupera. El dólar caro asegura para EE.UU. los productos importados baratos para mantener el consumo dentro del país y la posibilidad de comprar por todo el mundo los recursos naturales, activos, empresas y fábricas.
Actualmente, la deuda nacional de EE.UU. asciende a un 104,5% y la deuda exterior, a un 107% del PIB. Se les hace cada vez más difícil mantener estas deudas. Otros países pasan a usar sus monedas nacionales en las relaciones comerciales, se crean las divisas regionales. Para sobrevivir, los funcionarios de la FED tendrán que acudir a su medida favorita: crear conflictos de todo tipo y fortalecer el dólar para que EE.UU. pueda sobrevivir. El dólar necesita una Tercera Guerra Mundial para poder sobrevivir, concluye el autor.
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