Según informa la agencia de noticias Interfax, el Estado tiene en su posesión 614 millones de hectáreas de tierras forestales y aptas para la agricultura o para establecer un negocio o cotos de caza. "Queremos proponer un mecanismo para prestar a todos los habitantes del Extremo Oriente y a todo aquel que quiera mudarse a la región una hectárea de tierra", anunció el viceprimer ministro Yuri Trútnev en una reunión con el alto mandatario.
No solo se trata de distribuir esas tierras entre los particulares, sino que se propone privatizarlas –también sin cobro alguno– después de cinco años de explotación eficaz. Si no se consigue el objetivo, el particular deberá devolver las tierras al Estado, especificó el funcionario.
Putin calificó la idea de correcta y recordó que la historia de Rusia cuenta con un ejemplo similar de distribución gratuita de tierras, haciendo referencia a la reforma agraria de los años 1906–1911 asociada con el nombre del entonces primer ministro del Imperio ruso Piotr Stolypin. Aquella reforma de tierras afectó fundamentalmente las regiones del sur de Siberia.