Aunque esta idea pueda sorprender, algunos factores indican que podría ser un paso lógico, escribe el portal zerohedge.com. También hay que tener en cuenta que, pese a la presión internacional, Rusia no vende las reservas de oro, al contrario que Reino Unido, Francia, España e Italia. Tan solo durante el mandato del primer ministro británico Gordon Brown, Reino Unido vendió 400 toneladas métricas de oro a un precio increíblemente bajo.
Las reservas de oro de la Federación de Rusia aumentaron un 16,5% en 2014 pasando de 1.036 a 1.207 toneladas, lo que representa el nivel máximo de los últimos 20 años, mientras que las empresas rusas de extracción de oro ocupan ahora el segundo lugar en el mundo por volumen de producción de este metal precioso.
Si analizamos la estructura económica, la transición al patrón oro puede ser casi perfecta. Rusia no es un deudor grande, pues el tamaño de la deuda pública constituye solo el 12% del PIB y la mayor parte de la deuda externa es privada. El volumen de oro físico es de aproximadamente el 10% de las reservas de divisas de Rusia. El déficit presupuestario en 2015, incluso teniendo en cuenta la difícil situación económica, sería solo del 3,8%. La tasa de pobreza en los últimos 10 años (hasta 2010) pasó del 35% al 10%, y hacia 2020 se espera el crecimiento de la clase media hasta el 86%.
La caída de los precios del petróleo aumenta el atractivo del metal precioso. Teniendo en cuenta que el 45% del PIB está relacionado con la exportación de petróleo y otros sectores del sector energético, la depreciación del rublo continuará en las condiciones de precios inestables del petróleo. En una situación en la que la inflación es superior al 15%, una moneda fuerte es posible si el país opta por el patrón de oro. Además, una cantidad suficiente de oro garantiza la solvencia de la moneda.
Los economistas advierten que las consecuencias de esta medida serían graves para todo el mundo provocando, en primer lugar, una escisión en el sistema monetario existente. China, probablemente, seguiría el ejemplo de Rusia. La iniciativa también podría conllevar el aumento de la inflación en EE.UU., ya que se verá obligado a activar el proceso de retorno de dólares al país.