En EE.UU. se consumen millones de toneladas de comida todos los días. Sin embargo, hay una enorme cantidad que se desperdicia, simplemente nadie la come. Son productos de calidad apropiada y en buen estado que acaban en la basura.
Esta opulencia contrasta con la situación que viven millones de norteamericanos. Y es que en el país de las barras y las estrellas hay cerca de un 15% de pobres. Para que toda esta comida no acabe pudriéndose, existen organizaciones que se dedican a recolectarla y distribuirla entre los más necesitados.
Una de ellas es Food Recovery Network. La componen miles de estudiantes universitarios hartos de ver cómo mientras unos tiran alimentos, otros sufren. "El Food Recovery Netowork une a estudiantes que recolectan comida de los restaurantes locales que de otra manera simplemente sería desperdiciada y la llevan a americanos con hambre en todo el país", comenta uno de sus fundadores, Ben Simons.
En una sola noche de recolecta, estos activistas pueden recuperar unos 135 kilos de productos perfectamente comestibles. Se podría reducir a la mitad el problema del hambre, si se desperdiciara un 15% menos de comida", comenta Simon.
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