El escritor británico Adam LeBor realizó la primera investigación profunda de las actividades del banco basándose en una serie de documentos y entrevistas con importantes figuras del mundo financiero.
"El BPI es una institución única: es una organización internacional, un banco muy rentable y un instituto de investigación fundado y protegido por tratados internacionales", cita el portal 'Global Research' un extracto del libro de LeBor, titulado 'Tower of Basel : The Shadowy History of the Secret Bank that Runs the World' ('Torre de Basilea: La Vaga Historia del Banco Secreto que Dirige el Mundo').
Sus decisiones dan forma a nuestras vidas
El banco fue creado por los gobernadores del Banco de Inglaterra y el Reichsbank en 1930 y está protegido por un tratado internacional, por lo que el BPI y sus activos están legalmente fuera del alcance de cualquier Gobierno o jurisdicción. Es decir, el BPI es intocable. El banco tiene sólo 140 clientes, pero en los años 2011 y 2012 obtuvo ganancias libres de impuestos estimadas en 1.170 millones de dólares.
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"El club más exclusivo del mundo tiene 18 miembros" que se reúnen en Basilea, Suiza, en el marco del Comité Consultivo Económico del BPI. Se trata de "las personas más poderosas del mundo", los banqueros centrales.
"Los banqueros centrales, cuya independencia está constitucionalmente protegida, controlan la política monetaria en el mundo desarrollado. Gestionan la oferta de dinero a las economías nacionales. Fijan las tasas de interés decidiendo así el valor de nuestros ahorros e inversiones. Ellos deciden si hay que centrarse en la austeridad o crecimiento. Sus decisiones dan forma a nuestras vidas", escribe LeBor.
Papel crucial en la historia
Desde el primer día de existencia, el BPI se ha dedicado a la promoción de los intereses de los bancos centrales y la construcción de la nueva arquitectura de la financiación transnacional. Sus miembros han desempeñado un papel crucial en la determinación de la respuesta mundial a la crisis financiera global, afirma LeBor.
Alemania perdió la guerra, pero ganó la paz económica, en gran parte gracias a la BPI
El BPI permaneció abierto a los negocios a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, aceptando el oro robado nazi y llevando a cabo operaciones de divisas de la Alemania nazi. El banco fue utilizado tanto por los Aliados, como por las potencias del Eje como un punto secreto de contacto para mantener abiertos los canales internacionales de financiación. "Alemania perdió la guerra, pero ganó la paz económica, en gran parte gracias al BPI", indica el libro.
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"La opacidad del banco y la influencia que se hace cada vez mayor plantean profundas preguntas, no solo sobre la política monetaria, sino también sobre la transparencia, la rendición de cuentas, y cómo se ejerce el poder en nuestras democracias", advierte el autor del libro.