"Más del 30% del total de los bonos de la Eurozona tienen un tipo de interés negativo, situación que genera una carga adicional en la macroeconomía y genera riesgos para la estabilidad financiera (…) Desde el lanzamiento de la política de flexibilización cuantitativa por parte del Banco Central Europeo esta tendencia ha tomado forma de avalancha", afirma el editor asociado del diario 'The Telegraph' Jeremy Warner en un artículo.
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Según Warner, estas alarmantes tendencias no se habían observado nunca antes. Además el especialista señala que en la economía mundial el crecimiento de la demanda es cada vez más dependiente del crecimiento de la deuda pública. "Solo en el G-7 el volumen de la deuda pública es equivalente al 120% del PIB total. Mientras que la deuda global del sector privado ha crecido un 30%", agregó.
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Por su parte, continúa el editor de 'The Telegraph', los bancos centrales de EE.UU., Reino Unido, Japón y de la Unión Europea, uno tras otro, comenzaron a imprimir dinero para tratar de combatir las tendencias negativas. Pero estas medidas solo servirían para reducir la estabilidad financiera macroeconómica en conjunto, finaliza Warner.