De acuerdo con este artículo, la unidad de delitos financieros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, (FinCEN, por sus siglas en inglés), puede sancionar a las instituciones financieras en cualquier parte del mundo, por sospechas de crímenes financieros.
Así, en marzo pasado la Banca Privada d'Andorra fue acusada por un caso de lavado de dinero, respecto al cual se aplicó la prohibición de realizar transacciones en dólares: un aspecto de extrema importancia para todos los bancos, según escribe 'The Economist'.
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Aunque FinCEN ha recurrido a 'este arma financiera' tan solo 15 veces, varios expertos entrevén en ella una doble moral, dado que nunca fue utilizada contra instituciones financieras nacionales y socios estratégicos de EE.UU. como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita o países occidentales, donde el lavado de dinero no es un algo inusual.
A ese respecto el profesor de la Universidad de Griffith (Australia) y el experto en materia de crímenes financieros, Jason Sharman, sostiene que EE.UU. acude a dicha herramienta para agredir a otros países solo "por razones exclusivamente políticas".
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