"No hay nadie en la Administración que contemple un rescate federal para Puerto Rico. Sin embargo, seguiremos comprometidos en trabajar con los líderes del territorio mientras están enfrentando serios desafíos económicos", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, citado por la agencia AP. Anteriormente el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, reconoció que la deuda de la isla es "impagable" y que supera los 72.000 millones de dólares.
Por ser un Estado Libre Asociado, Puerto Rico no puede declararse en bancarrota y reestructurar su deuda según la legislación federal. No obstante, el portavoz de la Casa Blanca aseguró que el gobierno federal ofrecerá asesoramiento y un grupo de trabajo para identificar los posibles programas federales que puedan aliviar la difícil situación económica del territorio.
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A su vez, la economista puertorriqueña Martha Quiñones, considera que "es deber de EE.UU. fortalecer la economía de Puerto Rico". "EE.UU. es responsable de la situación financiera en la isla debido a las limitaciones que nos impone. Por ser Puerto Rico una colonia, EE.UU. tiene un control sobre qué se puede hacer y qué no se puede hacer aquí. Fueron ellos los que nos estimularon a seguir tomando deuda y tienen que ayudarnos ahora", opinó la experta.